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Las frases peligrosas

La liquidación de las frases peligrosas, que orientan hacia direcciones populistas, fáciles, aparentemente cómodas, es una de las obligaciones de los economistas. Y no debe importarnos hacer de aguafiestas.

manupere dijo el día 22 de Junio de 2011 a las 18:28:

Se puede afirmar, entiendo, que la creación de empleo es un efecto colateral de la búsqueda de beneficios en un mercado libre. No se trata de una "mano invisible", sino de que a más beneficio, más inversión y, por tanto, más empleo, tanto de la propia empresa ganadora como de las que proveen a ésta o a sus trabajadores. Si yo abro una tienda nueva con cuatro trabajadores, éstos tendrán que desplazarse, desayunar, etc. Toda esa actividad genera riqueza y, al mismo tiempo, empleo.

Por eso, lo que tienen que hacer ciertos gobernantes que dicen tener sensibilidad social es molestar menos y no poner trabas ni cargas a la actividad empresarial. Y me refiero a todas las administraciones y no sólo a la central.

Gusy dijo el día 21 de Junio de 2011 a las 11:41:

A Senex:

De un Gerente a un ex-Director General:

"En las circunstancias actuales" mi empresa mantiene el número de trabajadores que en 2006 gracias al aumento de productividad y al ahorro de costes.

El aumento de productividad nos ha permitido incrementar los salarios un 9% en el 2009, un 10,5% en el 2010 y un 4% en este año.

El beneficio para nuestros accionistas también se ha visto fuertemente aumentado y seguimos dotando nuestras reservas.

Continuamos al pié del cañón y todo esto no se ha conseguido pasando nuestro tiempo tratándo de mejorar las condiciones laborales, sino consiguiendo los mejores profesionales, negociando sus contratos, reduciéndo costes superfluos e intentando mejorar continuamente nuestros productos.

Esa es mi opinión y esa es mi experiencia.

Un placer y un saludo.

Senex dijo el día 20 de Junio de 2011 a las 19:17:

Gusy, créame que he intentado identificarme con la tesis sobre la función del empresario que tan profusamente ha expuesto; pero, no lo he logrado. Entrando, con cierta incomodidad, en mi biografía personal, le hago expresión de que he sido director general de dos empresas de tamaño medio, pero de relevancia provincial. Una de mis preocupaciones, apoyada por los consejos de administración correspondientes, era la de mantener el volumen de empleo e incrementarlo, reduciendo la estacionalidad y la interinidad, con la esperanza -que no, certeza- de que acompañasen los beneficios de la sociedad. ¿En las circunstancias actuales, no cree Vd. que el mantenimiento del volumen del empleo en la empresa, antes que el del salario, no es el mayor "beneficio" que se le puede dar a los trabajadores en cada empresa?. Precisamente en ese aspecto del "beneficio" era en el que yo estaba pensando en mis comentarios.
Atentamente.

Gusy dijo el día 20 de Junio de 2011 a las 13:17:

Senex, el empresario no debe preocuparse del bienestar de sus trabajadores más allá de lo que lo haría por mantener a sus clientes cobrados, a sus proveedores pagados, a su maquinaria mantenida o su producto/servicio bien diseñado.

Nadie se beneficia de "supuestamente" cuidar del bienestar del trabajador. El cliente y el propietario se ven gravados por políticas empresariales que terminan casi siempre en una carrera absurda hacía el yo más, lobbys laborales, presiones injustas, inflación, etc. Incluso el trabajador "supuestamente" beneficiado se vé condicionado por medidas laborales y termina mal empleado.

La medida por excelencia para el bienestar del trabajador es el incremento salarial. La imposición del salario mínimo no es una obligación para el empresario, porque el empresario puede contratar o puede no contratar, crear una empresa o no hacerlo, es una imposición al trabajador que no puede trabajar por debajo de cierta cantidad. La incorporación de maquinaria más productiva no es como la mala gestión que lapida empleos, todo lo contrario, libera mano de obra que puede ser empleada en otras tarea mejor remuneradas gracias al aumento de la riqueza.

Si a lo que se refiere es a mantener unas normas para la prevención de riesgos laborales, como el que mantiene a punto una maquinaria y le proporciona los mejores insumos, por supuesto (como dije al inicio). Si a lo que se refiere es a la contratación la formación, la cualificación, las aptitudes del trabajador, etc, nadie como él para llegar a un buen acuerdo puesto que nadie conoce como él conoce sus necesidades, sus objetivos y sus gustos.

Los que crean la empresa y los que compran sus bienes o servicios no le pagan al administrador para que dirija una fundación o una ong sino para que genere la mayor riqueza con los medios disponibles. Nadie duda de lo beneficioso para la sociedad de una conducta neutral y ajustada a las normas en el caso de jueces o policias pero, al mismo tiempo, se escadalizan de que un administrador no cuente entre sus objetivos el bienestar de sus trabajadores.

Me parece muy bien que usted, en el supermercado, elija sus productos según el trato de los trabajadores, aunque dudo que pueda auditar la cadena productiva desde la extracción de las materias primas hasta la finalización de cada uno de los productos que consume. O según sus simpatías, pero eso es totalmente ineficaz para la creación de riqueza, el progreso económico y por ende la creación de más y mejores puestos de trabajo a nivel de una sociedad.

Senex dijo el día 18 de Junio de 2011 a las 09:59:

Gusy, fuera del tiempo normal de retardo me encuentro con su referencia a mi comentario. Por más que me he esforzado releyendo el mío no he encontrado ninguna relación entre lo que yo decía y lo que Vd. pretende atribuirme. Lejos de mí no compartir sus loas a la empresa privada en el mundo actual. Sólo pretendía ennoblecer la función del empresario con su preocupación adicional por el bienestar de sus trabajadores. Lo que me consta. Su referencia al siglo XVIII no sé por dónde cogerla. En cualquier caso, gracias por su atención.
Atentamente.

Gusy dijo el día 16 de Junio de 2011 a las 11:50:

A Senex: La creación de empleo es un efecto beneficioso que solo puede generar la empresa. No vivimos en plena Revolución Industrial sino en el Estado del Bienestar fruto del esfuerzo de todos, ciudadanos y empresas, consecuencia de la universalización de la alfabetización y de la sociedad de la información. Reduciéndo costes y maximizando beneficios la empresa aporta al mercado productos competitivos, aporta a sus accionistas dividendos que compensen el riesgo de su patrimonio, aporta impuestos de los que se beneficia su sociedad y genera una demanda de mano de obra, materias primas, tecnología, insumos que multiplican sus efectos beneficiosos y los reparte por toda la sociedad. No estamos en el S.XVIII.

ongietor dijo el día 15 de Junio de 2011 a las 14:03:

Clarísimo. También desde mi ignorancia personal, creo que la sociedad, los usuarios, con nuestra elección y control, podemos y queremos frenar algunas empresas, demasiado 'ganadoras', y presionar para la mejor 'conservación'

Senex dijo el día 15 de Junio de 2011 a las 11:00:

D. Juan, desde mi aprecio a su persona y trayectoria, se me ocurre precisar, para mi uso personal, que entre los "beneficios" cuya maximización constituye el papel principal del empresario debería estar incluido - y casi siempre lo está- el del bienestar de los trabajadores de la empresa cuyos factores productivos coordina. Así matizado, no me encuentro entre los que rechacen en su integritud el común aserto de que "el papel fundamental del empresario es el de crear empleo", ni tampoco entre los que asuman, sin más, que su papel sea el de maximizar, con las precauciones debidas, los dividendos y otros gajes de los accionistas de su empresa. Muy bien me parece su batalla contra las frases peligrosas; sin embargo, espero que tambíen incluya la precaución de sustituir unas por otras que casi siempre son igualmente de peligrosas.
Con afecto y respeto.