El banco central chino pidió hoy aplicar una política monetaria "prudente" debido a las perspectivas de que se prolongue la situación inflacionaria en el país asiático, que registró un récord del 5,5 por ciento en mayo.
"La economía mundial continúa su lenta recuperación, pero los factores de riesgo siguen presentes", señaló en un comunicado publicado en su web el Banco Popular de China (BPC, central), para añadir que "la presión inflacionaria sigue siendo todavía muy elevada".
La entidad recomendó, tras una reunión del comité de política monetaria, "implantar una política monetaria prudente" y prestar atención a la influencia de las tendencias financieras internacionales y nacionales, informa EFE.
Como medidas adicionales, el BPC propone mejorar las políticas macroeconómicas, controlar la liquidez, incrementar las inversiones en sectores "clave y débiles", en especial la agricultura y las PYMES, y mantener los préstamos a un nivel razonable.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) chino alcanzó en mayo su máximo en 34 meses, con un 5,5 por ciento, un porcentaje muy superior al 4 por ciento que se marcó Pekín para todo 2011.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, señaló en junio que una de las prioridades económicas para el país asiático este año era frenar la inflación e implementar políticas monetarias prudentes.
La subida de los precios de los vegetales y de la carne de cerdo, así como de las materias primas y de los salarios se encuentran detrás del dato de junio, según los economistas.
La inflación es uno de los motivos de mayor descontento entre la población china, en un año en el que se han registrado numerosas protestas sociales, que superan las cien mil al año.
El BPC incrementó este 2011 seis veces el coeficiente de caja y dos los tipos de interés con el fin de controlar la galopante inflación que sufre el gigante asiático.