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vuelve a subir los precios

Philip Morris pone fin a la guerra de precios del tabaco

Con el aumento de precios de sus cigarrillos la americana pretende zanjar la batalla comercial con sus competidoras. 

La reacción de Philip Morris se esperaba en el sector tabaquero como agua de mayo. Fue Altadis (Imperial Tobacco), la que el pasado uno de julio se arriesgó a subir el precio de sus principales marcas de cigarrillos al ver asfixiado su margen de beneficios.

De esta forma, sus marcas más conocidas de cigarrillos rubios, Fortuna y Nobel, subían de 3,50 a 3,80 euros y Ducados Rubio lo hacía de 3,30 a 3,50 euros. También, la marca más vendida de cigarrillos negros en España, Ducados negro, veía incrementado su precio en 20 céntimos y pasaba a costar 3,80 euros.

Parece ser que la estrategia le ha salido como esperaba a la antigua Tabacalera Española porque este jueves Philip Morris ha seguido sus pasos y también ha incrementado el precio de sus productos estrella.

Concretamente, Malboro, su marca más emblemática, vuelve a costar cuatro euros al encarecerse 15 céntimos. Chesterfield, es la que más se encarece, pasa de los 3,50 a los 3,75 euros y L&M también aumenta su precio pero sigue alejada de las que un día fueron sus competidoras, Fortuna y Nobel, porque pasa a costar 3,50 euros, frente a los 3,30 euros actuales.

La justificación de Altadis para subir los precios ha sido muy poco creíble. Lo hacía en teoría para "zanjar la situación que tanto ha perjudicado a los estanqueros en primer término y también a la Hacienda Pública en sus objetivos de recaudación".

No se refería en esta mención al perjuicio de sus propias cuentas pero bien es cierto que esta multinacional ha sido la más perjudicada por la guerra de precios en el mercado español donde posee el 34% de la cuota de mercado, frente Philip Morris, que posee el 31% o a British American Tobacco (BAT) que domina el 12%.

Altadis consigue sus objetivos "a medias"

Altadis apostó por las subidas de precios y ha conseguido ya que una de sus competidoras imite sus movimientos. Pero la sorpresa de la británica ha sido que mientras ella misma ha vuelto a niveles prácticamente iguales al periodo anterior a la guerra de precios con Fortuna y Nobel (ahora cuestan sólo 5 céntimos menos), la americana se sigue manteniendo unos precios más competitivos a pesar de la subida (Malboro sigue siendo 25 céntimos más barato que al principio).

Esto es un problema menor si se compara con la dramática situación que hubiera atravesado Altadis si Philip Morris hubiera decidido mantener sus tarifas. Tendría que haber vuelto sobre sus pasos abaratando de nuevo sus cigarrillos y las perdidas sufridas por haber tenido durante un tiempo las marcas más caras del mercado español serían insostenibles para la única tabaquera que posee todavía centros industriales en España.

Por eso ha sido realmente Philip Morris la que ha puesto fin a la batalla comercial que ella misma provocó siendo las medidas que está tomando el resto de compañías,   respuestas desesperadas a los movimientos devastadores de la mayor tabaquera del mundo.

Ahora le toca el turno de actuar a las otras dos multinacionales que componen el mercado nacional. Todo apunta a que en pocos días British American Tobacco (BAT) y Japan Tobacco International (JTI) van a secundar la decisión de las dos grandes para enterrar por fin el hacha de guerra.

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