Portugal regresará el próximo miércoles al mercado primario para emitir deuda a corto plazo con la que cubrir sus necesidades financieras y pretende ingresar entre 750 y 1.000 millones de euros con la subasta de títulos a tres y seis meses.
El Tesoro luso informó hoy de que la emisión se dividirá en dos líneas, una con vencimiento a 21 de octubre y otra cuyo plazo expira el 20 de enero de 2012, y de que el montante mínimo de colocación en ambos casos será de 300 millones de euros, informa EFE.
La nueva cita con los mercados será la segunda subasta de deuda a corto plazo del Tesoro luso después de que la agencia de calificación Moody's rebajara el pasado 6 de julio en cuatro escalones la solvencia financiera portuguesa, hasta clasificarla con "Ba2", lo que equivale a "bono basura".
En la anterior emisión de deuda, que se produjo un día después del recorte de Moody's, Portugal no llegó a colocar el máximo de mil millones de euros previsto y finalmente vendió 848 millones a tres meses a un interés del 4,92 por ciento, ligeramente superior al de la emisión del 15 de junio, cuando se situó en el 4,86 %.
La presión de los mercados sobre Portugal se ha mantenido esta semana y hoy mismo se reflejaba en el incremento generalizado de los intereses de la deuda lusa en todos sus plazos, después de que la agencia Fitch decidiera rebajar la nota de Grecia y Moody's colocase sobre vigilancia la deuda de EEUU.
Los bonos lusos a diez años, utilizados habitualmente como referencia, cotizaban hoy en el mercado secundario -donde se produce la compraventa de los títulos adquiridos en las emisiones públicas- al 12,8 por ciento de interés, 25 puntos base más que ayer y casi cinco veces más que su homólogo alemán.
La incertidumbre y la presión también se reflejaban hoy en el principal índice bursátil de Portugal, el PSI-20, que a las 14.00 horas GMT caía un 1,35 por ciento.
Portugal volverá a poner a prueba la próxima semana la confianza de los inversores, que miran con recelo la capacidad del país para cumplir con los objetivos pactados con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio del rescate, valorado en 78.000 millones de euros.