La actividad económica en Portugal se contrajo en junio un 1,3 por ciento, en la que supone ya la sexta caída mensual consecutiva en este indicador, mientras el consumo privado se redujo igualmente en un 2,9 por ciento.
Según los datos facilitados este viernes por el Banco de Portugal, esta fuerte bajada en el consumo es la más pronunciada que se registra desde 1984, y refleja la tendencia de los consumidores a gastar menos ante el anunciado incremento de la carga fiscal, el aumento del paro en el país y la congelación de salarios a los funcionarios, según informa EFE.
El indicador que mide la actividad económica -estadística calculada por el banco central luso- muestra una bajada mayor que la de mayo, cuando era del 1,1 por ciento.
También empeoró el indicador del sentimiento económico, que cayó a 84,6 puntos frente a los 85,2 del mes anterior.
Las cifras facilitadas por el Banco de Portugal se corresponden con las previsiones del propio Gobierno, que ayer anunció que espera un descenso del PIB luso del 2,3 por ciento, en línea con las estimaciones realizadas por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI).