La Comisión Europea revisará las peticiones presentadas por algunos países para compensar a sus agricultores por las pérdidas ligadas al brote de la bacteria E.coli, al sospechar que se han producido errores en el cálculo de las mismas.
El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, dijo en rueda de prensa al término de un Consejo de ministros que Bruselas va a pedir "precisiones" sobre las cantidades pedidas "para garantizar que todas las peticiones tienen detrás una acción de control sobre el terreno efectuada por las autoridades competentes", informa EFE.
El comité de gestión, formado por representantes de la UE, debía en un principio hacer público el 22 de julio la cifra final de las ayudas a los productores para compensar esas pérdidas, pero la situación creada retrasará la decisión una semana, según Ciolos.
Los países afectados deberán remitir de aquí a finales de esta semana la información suplementaria para que la próxima se pueda organizar un Comité de gestión que podrá dar la cifra final.
Aunque el comisario no quiso mencionar los países que pueden haber incurrido en fallos, el ministro polaco de Agricultura, Marek Sawicki, dijo en rueda de prensa que su país revisará la cifra de 81 millones de euros presentada "para comprobar si el dato es correcto".
Los agricultores españoles han solicitado a la UE 71 millones de euros de ayuda para compensar las pérdidas causadas por la conocida como "crisis del pepino", de la que en un primer momento se responsabilizó a España.
La UE destinará 210 millones de euros a los estados miembros por los daños provocados en un total de cinco productos: pepino, calabacín, lechuga, tomate y pimiento.
España, Francia e Italia pidieron hoy a Bruselas que compense también los "daños colaterales" que la crisis ligada al brote de la bacteria E.Coli ha causado en otros productos, en particular el melocotón y la nectarina.
El comisario Ciolos indicó que "la CE está preparada para analizar en los próximos días la posibilidad de revisar el precio de referencia para la retirada de algunos productos, melocotones y nectarinas en particular".
El objetivo es que el instrumento de retirada se pueda "poner al día" y pueda ser un instrumento atractivo para las organizaciones de productores.