El banco suizo UBS anunció este martes que su beneficio neto en el segundo trimestre del año fue de 1.015 millones de francos suizos (873 millones de euros), un 44% menos que los 2.005 millones que ganó en el mismo periodo de 2010. En esta línea, la entidad anunció que eliminará costes de 1,5 a 2 millones de francos (1.300 a 1.700 millones de euros), principalmente a través de la supresión de empleos, pero sin precisar cuantos se recortarán.
Al comunicar sus resultados para el periodo abril-junio, la entidad adelantó que los nuevos requerimientos de capital y las perspectivas sombrías de la economía, pesarán en su rendimiento, a imagen de lo que cree sucederá con el resto del sector financiero.
Aunque la dirección del banco se mostró confiada en lograr una rentabilidad mayor reconoció que no podrá alcanzar los objetivos fijados en 2009 para los siguientes 3 y 5 años, cuando salía de una crisis que le puso al borde de la quiebra, que pudo evitar gracias a un plan de rescate de la Confederación Helvética.
Sus ingresos operativos totalizaron los 7.400 millones de francos (6.370 millones de euros), lo que representa un 14% menos que en el segundo trimestre del año pasado, como consecuencia de "una menor actividad de la clientela y de los movimientos de los tipos de cambio".
Los activos invertidos alcanzaron los 2,1 billones de francos, un 6% menos que en el trimestre anterior, que el banco explicó que se debió a la apreciación del franco suizo y que fue parcialmente compensado con la entrada de dinero fresco. Así, el flujo de dinero nuevo fue de 8.700 millones de francos (7.500 millones de euros) en el segundo trimestre del año, una fuerte bajada con respecto a los 22.300 millones del primer trimestre.
Mediante un comunicado, el consejero delegado de UBS, Oswald Grubel, explicó que el banco "adaptará su negocio y aumentará su eficiencia" para hacer frente a un entorno económico poco propicio.
"No contamos con un mejora material en las condiciones del mercado en el tercer trimestre de 2011, sobre todo, en vista de la disminución de los niveles de actividad tradicionalmente asociados al verano, de modo que prevemos que estas condiciones sigan limitando nuestros resultados", explicó el primer banco de suiza.