El tesorero federal de Australia, Wayne Swan, descartó hoy una eventual intervención en el mercado de divisas para mitigar los efectos de la fuerte apreciación del dólar australiano en las exportaciones. Swan señaló que la fortaleza de la moneda australiana es solamente un reflejo de la economía local, indicó la agencia de noticias australiana (AAP).
El Gobierno de Camberra está "comprometido a un dólar australiano flotante" al defender, en la misma línea del G20, la necesidad de que el mercado sea el regulador del precio de las divisas, afirmó el político. La moneda local se cotizaba hoy a unos 1,04 dólares estadounidenses.
La fuerte subida de la moneda local ha sido vinculada con la reciente decisión de BlueScope, el mayor fabricante de acero de Australia, de poner fin a sus negocios exportadores y recortar unos mil empleos.
Además, Swan rechazó la petición para crear un fondo soberano financiado por los ingresos generados a partir de un nuevo impuesto que gravará las explotaciones de los recursos minerales para ayudar a redistribuir la riqueza.
"El hecho es que habrá ingresos sustanciales en nuestro país por un tiempo, pero no serán significativamente suficientes para crear un fondo soberano", afirmó.
En cambio Swan abrió la posibilidad de investigar las peticiones de los sindicatos y el sector manufacturero que se quejan de que las poderosas empresas mineras prefieren importar productos chinos en detrimento de la industria local, agregó la AAP.
El Instituto Australiano del Acero indicó recientemente que la falta de una política gubernamental ha permitido que las grandes compañías mineras como Woodside Petroleum, Chevron, BHP Billiton, Rio Tinto y China's Citic Pacific importen la mayor parte del acero utilizado en sus proyectos mineros y energéticos de construcción.
"Estoy preocupado y voy a examinar detenidamente estas reclamaciones", indicó el Tesorero australiano, quien advirtió de algunos "dolorosos ajustes" en la economía australiana. Los comentarios del tesorero coinciden con los pronósticos de Merril Lynch sobre la pérdida de unos 100.000 puestos de trabajo en el país hasta marzo de 2012.