El Gobierno nipón y el Banco de Japón (BOJ) presentaron este lunes una serie de medidas para responder al impacto negativo de la fortaleza del yen en el sector exportador, uno de los grandes motores de la economía nipona.
Entre las medidas se incluye la asistencia financiera a los exportadores mas afectados, ofrecer incentivos a las empresas para evitar que trasladen su producción al extranjero y para impulsar el intercambio de yenes por moneda extranjera, informó la agencia local Kyodo.
Además, propone ayudar a la financiación de las pequeñas y medianas empresas exportadoras a través de incentivos para mantener sus instalaciones de investigación, desarrollo y producción en Japón, así como promover la industria del turismo, gravemente dañada tras el terremoto del 11 de marzo.
El conjunto de medidas llega como consecuencia de la reciente alza del yen, que supone un grave problema para los principales exportadores que pierden competitividad frente a países como Corea del Sur y otros emergentes, al encarecer sus productos y reducir sus beneficios en el exterior al repatriarlos.
"Vamos a seguir vigilando de cerca el mercado de divisas y tomaremos las medidas decisivas cuando sean necesarias", informó el Gobierno nipón a través de un comunicado, que añadió que espera que el BOJ colabore en la elaboración de importantes respuestas políticas.
Hace nueve días, al cierre del mercado estadounidense, el dólar se llegó a intercambiar momentáneamente a 75,95 yenes, su nivel máximo desde la II Guerra Mundial, mientras que hoy en Tokio cotizó en la banda alta de los 76 yenes.
El intercambió histórico del yen con el dólar propició que el ministro de Finanzas, Yoshihiko Noda, próximo primer ministro de Japón, anunciara la creación de un fondo anual de 100.000 millones de dólares (unos 69.400 millones de euros) para contrarrestar la fortaleza del yen a través de la iniciativa privada.
El titular nipón de Finanzas invitó a las empresas japonesas a intercambiar yenes por divisa extranjera y animó a que se realicen fusiones y adquisiciones, para aprovechar la fortaleza de la moneda nipona y con la ayuda de este fondo. Japón intervino el pasado 4 de agosto en el mercado de divisas, por tercera vez en un año, para frenar la subida del yen y cuyos efectos para abaratar la divisa se disiparon a los pocos días.