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La gran farsa constitucional

Lo realmente trágico y miserable no es tanto la inutilidad de la modificación legislativa sino el enorme ejercicio de cinismo y desvergüenza protagonizado aquí por populares y socialistas a la hora de vender un cambio que no es tal.

et_rusk dijo el día 30 de Agosto de 2011 a las 23:31:

Como todo que ha hecho el Zapo la "reforma" no sirve para nada menos para una cosa muy importante: es un precedente de que el PP y el PSOE pueden sentarse y cambiar cualquier articulo de la Constitucion sin consultar a nadie mas.
Es por eso que el resto de los partidos y el CIU en particular estan ca*dos de miedo. Creo que el Zapo no se ha dado cuenta, Rubalcaba quizas y espero que el PP si.

loboe dijo el día 30 de Agosto de 2011 a las 13:21:

Absolutamente de acuerdo en el fondo del asunto planteado por Petro y en este sentido, hacer notar que tanto uno como otro -los de la foto- son abogados y para más "inri", uno de ellos, un supuesto lumbreras y número uno de su promoción.

Ya me dirán para qué les sirve a algunos tener todos los códigos en la cabeza sin la UCP (Unidad Central de Proceso) brilla por su ausencia. Quiero decir que su capacidad neuronal se reduce a ser un mero almacenamiento de datos sin la más mínima posibilidad de sacar de ellos ninguna conclusión o provecho.

La verdad es que solo se me ocurren dos explicaciones:

1.- Que si dispusieran de tal capacidad, quizás no tendrían que haberse dedicado a la política.

2.- Que dispongan de ella, pero que carezcan en absoluto de moralidad y de vergüenza.

Espon dijo el día 30 de Agosto de 2011 a las 09:56:

Todo lo que dice está muy bien, pero ¿QUIEN es el responsable, por sus ataduras ideológicas, por la coyuntura electoral, por el fracaso de su gestión económica, por sus contradicciones internas, de que esa reforma nazca devaluada y vacía de contenido? ¡Es el PSOE, es la izquierda! El PP se ha limitado a recoger lo poco que le podían ofrecer en este momento, no tiene fuerza parlamentaria para otra cosa, bastante ha hecho con evidenciar esas contradicciones internas del PSOE y aprovechar la ocasión para que les estallen en las narices. ¿O que se supone que tenía que haber hecho el PP, dejar pasar la ocasión? Esa exquisita equidistancia que se gastan algunos entre el PSOE y el PP, entre la izquierda y la derecha, llega a ser irritante, y en ocaciones, detras de ella está el prurito de arremeter contra todos, situarse por encima, muy al gusto de los indignados del 15-M, otros que se oponen a la reforma, y que hasta tienen apoyos de analistas de este medio.

Petro dijo el día 30 de Agosto de 2011 a las 09:55:

Este es un debate que ha sido tan ridículo como cretino y falso.

Uno de los problemas que no se está dicutiendo en absoluto y que es fundamental, es qué pasa en caso de que el Estado cumple sus propias previsiones por mucho que las recoja la Constitución, y la respuesta es N-A-D-A. Ese es un problema sin resolver.

El presupuesto es una previsión de ingresos y una autorización de gastos. ¿Y si se incumple, quién tiene poder para de verdad meter en vereda a nuestro Gobierno? Eso es lo que tiene que estar articulado y a nivel constitucional, de modo que haya un contrapoder real al del Ejecutivo. La cosa noes sencilla porque ese contrapoder, cuya función es la de recorte del gasto / aumento de los ingresos, ¿no debería estar democráticamente elegico?

Insisto: aparte de “derecho de buenas intencioes” como es esta reforma, es imprescindible tener un “derecho eficaz” con un ciclo normativo perfectamente cerrado, de modo que si alguien incumple, hay quien tiene poder bastante como para imponerle el c umplimiento y eso entaña ejercicio del poder tributario y el presupuestario… y eso es lo mismo que tener la sartén por el mango en muchas cosas.



Eso, es lo que nadie ha tocado aún y eso es lo que hay que tocar de verdad. Luego si los españoles votamos o no, viene después: lo primero es que lo que se proponga no sea un poquito más de normas que al final nadie cumple y no passssa nada, porque de esas ya tenemos bastantes.



Y otra de gambas, por favor…


Es tan simple como poner en la Constitución que el incumplimiento del déficit se tradujese en la dimisión automática del Gobierno, ipso iure. Verías cómo se acababan las chorradas. El político es un ser uqe tiene como objetivo maximizar su parcela de poder y el que es político lo es porque le encanta mandar. Mucho del despilfarro público es fruto de acciones que tienen como único objeto instaurar, mantener y acrecentar un corrupto sistema clientelar y de propaganda política que asegura que a uno le van a votar. Verías cómo se cortaba el despilfarro público si la consecuencia a incumplir las reglas de equilibrio presupuestario (60% deuda, 0.4% déficit, ambos máximos sobre el PIB) tuviesen como consecuencia que uno hubiese de dimitir por irresponsable.


No estaría de más que alguien en los medios españoles empezase a poner el dedo en la llaga... en este y en otros temas, proponiendo soluciones tan posibles como eficaces. Estamos hartos, simplemente hartos, de normas que al final son papel mojado: en este caso, por la propia naturaleza de ese ente político llamado Estado.