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Jeffrey Sachs, quejumbroso

Qué hombre más cansino, oiga. La acción colectiva no sólo no se ha perdido sino que está fortísima, como se ve en la intervención política y legistlativa. En ningún caso el dinero manda sobre la política, es más bien al revés

Amagi24 dijo el día 6 de Marzo de 2012 a las 21:15:

En el artículo citado, Sachs expone que el capitalismo no sobrevive sin un referente moral que guie al propio interés. No creo que sea tan desacertada esta reflexión.

Los fallos del mercado no son una “cálida ficción” ya que no estamos cómodamente sobre un óptimo paretiano, vemos que existen monopolios, competencia imperfecta, información asimétrica o externalidades negativas (por ejemplo los daños medioambientales). Sería interesante analizar sin sesgos ideológicos y con fundamentación empírica por qué se producen (por exceso o ausencia de regulación) pero no desecharlas porque no se ajusten a un determinado modelo teórico no comprobado. No creo que Coase, clásico centenario, niegue las externalidades o dogmatice sobre la intervención estatal para corregir los efectos externos. Intuye que la regulación es excesiva aunque no puede cuantificar su mínimo óptimo ya que no se opone a la misma cuando sus beneficios superan los costes de transacción para realizarla; su crítica no se centra específicamente en la intervención pública sino en las tasas impositivas de la solución de su compatriota Pigou porque dudaba que la recaudación de las mismas fueran a los "externalizados" proponiendo alternativamente un enfoque institucionalista basado en la negociación y la ampliación de los derechos de propiedad.

En cuanto a la afirmación “no es obvio que los Gobiernos siempre protejan el medio ambiente mejor que los ciudadanos” estoy de acuerdo, pero si se sustituye ciudadanos por empresas monopolísticas ya no lo tengo tan claro. La naturaleza nos da determinados bienes no producibles, limitados, insustituibles y básicos (como el agua) que se deberían proteger (aunque fuera con intervención pública) de las externalidades negativas. Y “¿de verdad nuestro dinero manda sobre quienes nos lo quitan?”. Efectivamente, nuestro dinero no manda sobre quienes nos lo quitan, manda el dinero de los bancos. Parece evidente que la financiarización de la economía está socavando la soberanía de los estados-nación y sus mecanismos de control democrático.

Saludos.

berdonio dijo el día 6 de Marzo de 2012 a las 16:06:

Anfib:

Admitir que el peligro o la fuerza del poder económico es que puede transformarse en político es reconocer la preeminencia del segundo sobre el primero. Es decir, el poder económico por sí mismo carece de capacidad coactiva, que a lo sumo podrá adquirir si logra convertirse en político. Eso es lo que intento decir desde un principio.

Presumías poder doblegar cualquier gobierno con el suficiente dinero. Lo de “doblegar” ni hablar; como mucho podrías intentar adquirir poder político vicario, es decir, comprando la voluntad de políticos. Pero el poder corresponde siempre a los políticos que en última instancia decidirán no ya si negocian con él o no, sino si respetan o no tu poder económico.

El poder político, la capacidad coactiva, de Occidente no deriva de que sean países muy productivos y buenos negociadores sin más, sino de que disponen de fuerza y amenazan con emplearla. Que sea más fácil disponer de fuerza en la medida que se es más productivo no debe llevarnos a confundir u homologar los conceptos. Por ejemplo, una cosa es la potencia de un motor y otra el par fuerza; que a una velocidad dada un motor ejerza más par hará que desarrolle más potencia, pero un motor puede tener gran par y muy poca potencia, o, al revés, mucha potencia y poco par. Otro ejemplo más fácil: una cosa es ser muy alto y otra jugar bien al baloncesto; si en igualdad de condiciones eres muy alto, jugarás mejor al baloncesto, pero sostener que el poder político se reduce al económico es como decir que jugar bien al baloncesto se reduce a ser muy alto.

Anfib dijo el día 5 de Marzo de 2012 a las 22:31:

Berdonio, te contesto con la simpleza a la que hacías mención, la fuerza se compra con dinero. Esta hegemonía política que ha existido durante años por parte de Europa y EEUU es el resultado de grandes gastos militares y pactos internacionales, que han sido superiores al del resto de paises. Por supuesto que existen otros factores, pero este es el determinante, y para hacer gala de ello existen la OTAN y la ONU. Cuando alguien se atreve a toser a esta hegemonía ya hemos visto como acaba. Es muy sencillo, hemos cambiado en la forma pero en el fondo seguimos igual que hace miles de años.

Steel, ni “teorías del caos” ni “Rappeles”, en mis años de vida tengo suficiente información visual como para darme cuenta de que este bonito país no es el mismo que hace décadas. Sobra con echarle un vistazo a los ríos. Y dime seriamente, crees que si todo el planeta viviera en un nivel de consumo similar al nuestro… ¿no ocurriría nada?

berdonio dijo el día 5 de Marzo de 2012 a las 19:47:

Komoloco:

No son los mercados quienes ejercen presión sobre los gobiernos, sino el interés de estos últimos en mantener su prestigio y conseguir financiarse de nuevo. Si me prestas dinero y me amenazas con negarme el crédito o demandarme si no te lo devuelvo, no me estarás coaccionando sino exhortando a cumplir un compromiso voluntariamente adquirido, ¿no ves la diferencia? Endeudarse y luego denunciar falsas imposiciones es una postura muy cínica y antisocial. No deberíamos comprar a los políticos sus baratas excusas cuando tratan de eludir sus propias responsabilidades escudándose en entelequias y demagogia.

No me interesa a quién pertenece el ahorro sino que provenga de beneficios bien habidos y no sea el resultado de privilegios políticos. Nunca prejuzgaré que el mero hecho de ser rico convierte a alguien en criminal o acreedor de algún tipo de discriminación. ¿Usted sí?

No sé a qué pruebas se refiere -concrete, por favor-, pero insisto en mi argumento de que la voluntad es premisa de toda acción económica por contraposición a la fuerza que caracteriza al acto político. El poder de un billete es convencional, pero el de una pistola, muy real. Por mucho que enredemos y mareemos la perdiz, es obvio que la capacidad de coacción corresponde a la pistola y no al dinero (todavía no me consta que nadie haya atracado propiamente una joyería armado con un fajo de billetes). Ignorar un argumento no es rebatirlo.

Respecto a su pregunta, estoy radicalmente en contra de todo privilegio y, por tanto, de que se rescate con dinero confiscado cualquier negocio privado o de que el Estado fije algún tipo de interés o monopolice la moneda.

komoloco dijo el día 5 de Marzo de 2012 a las 17:09:

A alguno le ha faltado decir Anfib y abducidos.

Pero claro, uno se cansa de leer noticias de gobiernos que, como el nuestro, se ven abocados/obligados a acometer medidas muy drásticas, que afectan a la vida de todos, con la excusa de "tranquilizar a los mercados" y, claro, uno en su supina ignorancia y abducción piensa que los mercados deben ejercer cierta presión para que los gobiernos actúen así.

Por otra parte, es por todos conocidos que los mercados lo conforman principalmente obreros de la construcción en paro que tiene en sus casas un terminal de Reuters con el que operan en futuros y deuda soberana de 12 a 2, después de la partidilla en el club de golf, menos los miércoles que tienen una conf-call con el consejo de administración.

Las grandes fortunas, también conocido por todos los no abducidos, tienen sus capitales invertidos en ONGs y diversas asociaciones de vecinos. De deudas soberanas y bolsa no saben nada.

Me temo que hoy en día, en política, manda más un billete de 500 euros que una pistola. A las pruebas me remito. Lo que no se adapta muy bien a las teorías neoliberales y, ya se sabe, si los hechos contradicen la teoría, es que la teoría no vale.

Sigo preguntando si dejarían ustedes caer, siguiendo las teorías de libremercado y no intervencionismo a los bancos en dificultades y si les parece correcto prestales al 1% para que nos lo represten al 5%.

Es una pregunta muy simple a la que los abducidos como yo no tenemos su docta respuesta.

berdonio dijo el día 5 de Marzo de 2012 a las 15:19:

Anfib y asimilados:

Si yo tengo una pistola y tú un billete de tropecientos, ¿quién está en condiciones de someter al otro? Es cuestión tan elemental que parece mentira tener que explicarla: respetar o no la propiedad es en la práctica una decisión política. ¿No son los impuestos prueba omnipresente de que la política siempre manda? Además, ni con todo el oro del mundo podrías doblegar al más débil de los políticos: si acepta tu dinero será porque le conviene, no porque se lo impongas. Y ahórrate la simpleza de replicar que con dinero se compra fuerza: la vende su monopolista, la autoridad política, en un acto voluntario por definición y siempre requerirá de un marco político superior que bendiga la transacción garantizando la propiedad.

El poder político se basa prima facie en la fuerza, mientras que el económico surge de la cooperación y el respeto a la ley natural. La mayor legitimidad del segundo le otorga una fuerza moral que resulta muy cómodo confundir con la fuerza real, compulsiva, del primero; en especial cuando hemos perdido el juego de la cooperación voluntaria y la eficiencia.

manupere dijo el día 5 de Marzo de 2012 a las 15:07:

D. Carlos, paciencia con los comentarios.

Todavía los hay, y a montones, que confunden a las oligarquías financieras con el mercado.

A los privilegiados no les interesa el liberalismo, ¿se enteran? Al revés, les interesa la intervención estatal en su favor, mediante privilegios.

A esos privilegiados les viene fatal el libre mercado.

¿Hablan de "Estados sometidos a los mercados"? Pero, bueno, ¿saben ustedes lo que están diciendo? ¿Saben qué es el mercado?

Les sugiero que lean atentamente los anteriores artículos de D. Carlos Rodríguez Braun. Pero con honestidad intelectual.

komoloco dijo el día 5 de Marzo de 2012 a las 13:38:

Por cierto. No deja de ser también curioso como los políticos, incluso los más liberales, acuden en masa a rescatar al sistema financiero, prestándoles dinero público al 1% para que luego ellos nos lo presten al 6%.

Curiosísima este sometimiento del capital a la política en la que sacan pingües beneficios sin mover un sólo dedo.

En su opinión, señor Rodríguez Braun, ¿ deberían los estados no ser tan intervencionistas y dejar caer a los bancos en dificultades ?

¿ Debería el BCE dejar de prestar dinero barato a los bancos ?

Me da la sensación de que hay mucho libremercado pero eso sí, a los bancos ni me los toquen, que la pela es la pela.

paserifo dijo el día 5 de Marzo de 2012 a las 13:11:

Bravo

JoseARui dijo el día 5 de Marzo de 2012 a las 11:59:

Uno: Que los muy ricos no pagan impuestos porque los politicastros están a su servicio es algo que no admite discusión. Dos: Que el consumismo del lujo y en general, en especial de los muy ricos, es inasumible por el planeta es una verdad evidente. Tres: Qué las causas principales de que los muy ricos lo sean cada vez más y la inmensa mayoría sea cada vez más pobre, son causas morales que se empiezan a degradar desde Mayo del 68 y siguen degradándose cada día más está muy claro para cualquier aficionado a la ética y los valores. Cuatro: No que llegará el día en que el gran dinero sea el dueño de la política, es que ya lo es como ha demostrado sobradamente esta crisis económica que en su principio fue financiera y que se intenta resolver a base de que el estado de dinero gratis a los financieros arruinados para luego cobrárselo a los ciudadanos. Quinto: Odio a los ecologistas pero soy ecologistas y sí, el estado cuida de la ecología mejor que los ciudadanos. En resumen un ocho para el señor Sachs y un cero para el señor Braun.