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Una decisión difícil

Si tengo dinero ahorrado: ¿cancelo la hipoteca?

Es necesario hacer números y valorar diferentes escenarios para saber qué es lo realmente rentable para nuestro bolsillo.

Es posible que hayamos conseguido ahorrar una cantidad importante y nos plateemos si es el momento de cancelar hipoteca o es mejor invertir el dinero y seguir pagando la cuota mensual. También hay situaciones en las que una persona tiene dos viviendas, con una hipoteca sobre una de ellas. En ese caso, puede pensar en si le conviene vender su segunda residencia para, con el dinero obtenido, cancelar la hipoteca y quedarse con un remanente.

Aunque a primera vista parezca fácil tomar una alternativa para el futuro de ese dinero, es necesario hacer números y valorar diferentes escenarios para saber qué es lo realmente rentable para nuestro bolsillo.

La mejor decisión

Por un lado, hay que analizar el tipo de hipoteca del que disponemos. No será lo mismo el ahorro en una hipoteca con costes por cancelación total o parcial, que aquella sin ningún tipo de comisiones. Cuanto mayor sea el capital que se anticipe, menores serán los intereses que tendremos que pagar a lo largo de la vida de la hipoteca.

Es importante analizar con detalle los intereses que pagamos. Si nuestra hipoteca está referenciada al Euribor, el interés que estemos pagando probablemente sea inferior al 3%, ya que el Euribor está cercano al 1%, en mínimos históricos. Sin embargo, podría ser que tuviéramos una cláusula de suelo del 3 o 3,5% y este fuera el tipo de interés que pagáramos.

Por otro lado, debemos tener en cuenta las desgravaciones. Es poco rentable pagar más o amortizar por encima del límite de desgravación en el IRPF, que está en los 9.040 euros anuales. A efectos fiscales es conveniente no amortizar más de 9.040 euros anuales (12.080 euros anuales en caso de obras e instalaciones de adecuación de la vivienda habitual por razón de discapacidad), si se trata de una vivienda habitual, ya que por encima de esta cantidad la deducción en el IRPF no aumentará. Aunque con los cambios en la legislación tributaria hay que andarse con ojo, ya que lo que hoy es deducible, mañana podría dejar de serlo.

De momento la deducción por vivienda habitual sólo desaparece para las compradas a partir del año 2013, pero tendremos que estar atentos ya que hay voces que apuntan a que se podría eliminar de forma retroactiva en algún momento.

Haciendo números

A la hora de afrontar nuestra hipoteca, tenemos tres alternativas:

  • Ir pagando nuestras cuotas mes a mes
  • Cancelar parcialmente la hipoteca todos los años
  • Cancelarla totalmente

Cada caso es diferente y depende del importe de la hipoteca, su interés anual efectivo, la duración del préstamo hipotecario en años y el número de pagos que vamos realizando en un año.

La diferencia entre la cancelación parcial y total a nivel de ahorro depende de la rentabilidad que podamos sacar a la inversión. Si la rentabilidad media es inferior al porcentaje de interés de la hipoteca, el ahorro será menor, pero siempre será mejor eso que el hecho de que nuestro dinero no esté generando ningún beneficio. También dependerá de los tipos de interés en ese momento, cuando están bajos (como es el caso actual del Euribor) la mejor opción es ahorrar a largo plazo, ya que la rentabilidad de las inversiones será superior.

Cancelar una hipoteca también tiene unos costes que debemos valorar: tendremos la comisión que cobra el banco por ir al Notario a extender la escritura de cancelación o carta de pago, el propio coste de esta escritura que cobrará el Notario, los gastos de la gestoría que nos tramitará la cancelación y el coste de inscripción de la cancelación en el Registro de Propiedad. Y, aunque los costes pueden ser diferentes en cada caso, la media es de unos 600 euros.

Para hacer números, debemos tener a un lado el plazo que nos queda de hipoteca, el tipo de interés que pagamos y el dinero que disponemos para amortizar. El importe del ahorro en euros de intereses/año debemos compararlo con el beneficio de un depósito bancario y su tipo de interés, al que se le debe restar la retención del IRPF. Si la operación nos muestra un mayor ahorro abriendo un depósito, no debemos dudarlo.

Actualmente hay bastante oferta de depósitos que superan el 3% y el 4%, con lo que es muy probable que sea mejor tener el dinero invertido en este producto de ahorro, a la espera de que los intereses de la hipoteca suban (o sus beneficios fiscales cambien, si en un futuro se limitara o desapareciera la deducción por compra).

Pinche en la imagen para acceder a los depósitos por encima del 4%

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