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¿Qué hacer si hemos tirado demasiado de tarjeta de crédito estas fiestas?

La Navidad y el periodo de rebajas que se inicia en estas semanas llevan a que el consumo se dispare a máximos anuales.

La Navidad y el periodo de rebajas que se inicia en estas semanas llevan a que el consumo se dispare a máximos anuales.

Aunque la crisis es más que profunda y nos cuesta cada vez más llegar a fin de mes, son muchos los ciudadanos que realizan un esfuerzo extra en estos días y aprietan su presupuesto para aumentar sus compras. Y es que la Navidad y el periodo de rebajas que se inicia en estas semanas llevan a que el consumo se dispare a máximos anuales, algo que se nota sobre todo en las transacciones con tarjetas, especialmente en las de crédito. La tentación de su uso es más que importante en estas fechas, compramos pero –de momento- no pagamos.

Y este es el problema de muchos, cerramos el mes con la tarjeta de crédito llena de compras y ahora toca pagar. ¿Qué opciones tenemos?

No perder nunca de vista su coste

Las tarjetas de crédito no son productos baratos. Ofrecen la ventaja de su flexibilidad pero a un tipo de interés alto. Para fomentar su uso, una práctica normal es publicitar el interés que tiene la tarjeta a la hora de financiar operaciones en tipos mensuales, y con ello parece que el coste es menor. Por ejemplo, una tarjeta que ofrece un 1,5% de interés nominal, en realidad su TAE (tipo anual de la tarjeta) es del 19,86%.

Pero también el plazo es un aspecto fundamental. Muchas veces tendremos la tentación de alargarlo lo más posible para pagar una cuota menor. Siempre las operaciones más largas tienen un mayor coste, pero en el caso de las tarjetas de crédito los tipos son más elevados. Por ello, lo mejor es escoger el plazo más corto acorde a nuestras posibilidades económicas, y si existe la posibilidad, amortizar el pago antes de cumplir su vencimiento. Es decir, si queremos tener el menor coste, debemos buscar el equilibrio entre lo que podemos pagar y hacerlo con la modalidad más económica.

Consejos a la hora de financiar una operación

La modalidad de pago que se elija a la hora de fraccionar una operación tiene importantes condicionantes en el coste, pero también en el control del gasto. La más práctica es fraccionar la operación por un número de meses. Con esta modalidad sabemos que pagaremos por nuestra compra y el plazo de la misma. El coste es igualmente sencillo de calcular, basta restar el total de la cuotas por lo que nos costó la compra.

En segundo lugar podemos elegir pagar una cantidad fija al mes. Tenemos un control exacto de lo que pagamos cada mes. Si la cantidad es baja, podemos prolongar el pago, el tiempo y los intereses durante mucho tiempo, por ello si elegimos está modalidad asegurémonos hacerlo por la cantidad máxima que podamos permitirnos.

Por último, y como peor opción, está pagar un porcentaje fijo al mes, al ser sobre la cantidad pendiente, la tendencia es siempre dejar una suma sin pagar que genera intereses, y por tanto es la opción más costosa.

En definitiva, analicemos las mejores opciones de pago para evitar sobresaltos y conseguir que el pago de nuestras compras de Navidad no se convierta en una pesadilla el resto del año.

Pinche en la imagen para analizar las tarjetas del mercado

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