Las principales compañías operadoras de telefonía móvil en España ofrecen diferentes tipos de contrato: para particulares, autónomos y empresas. Normalmente las diferencias entre las tarifas pueden estar poco claras para el usuario, y en muchos casos puede resultar que no tengamos necesariamente que contratar una línea como autónomo, sino que nos salga más rentable contratar una tarifa para particulares.
¿Ser autónomo implica necesariamente contratar una tarifa para autónomos? En realidad no tiene por qué, ya que la diferencia para muchos casos es simplemente de tipo comercial, sin tener ningún impacto financiero, ni ventajas fiscales en absoluto. Hay que aclarar que solo estamos hablando de autónomos y profesionales que no estén constituidos en sociedades, es decir, que no dispongan de un CIF.
Lo único que necesita un autónomo, para poder incluir la factura telefónica como gasto de actividad, siempre que esto sea posible, es que dicha factura esté a su nombre y que figure en ella el NIF o NIE. A partir de ahí, el profesional tendrá libertad absoluta para elegir la tarifa que más le convenga según sus necesidades tanto de voz, como de conexión de datos, o incluso con opciones de Internet móvil.
Es por esto que muchas veces tendremos que plantearnos cuál es la mejor tarifa de móvil para nuestro caso, una vez sepamos cuánto hablamos y cuánto nos conectamos a la red de datos. Lo más lógico es que cada uno haga su propio esquema de requisitos y elija la mejor tarifa en relación calidad/precio, y para esto existe una gran variedad de opciones. Huelga decir que, en muchos casos, una tarifa para particulares con unos costes mínimos puede ser más que suficiente, lo que nos lleva a ahorrar mucho dinero al año.
Un apunte más: si el autónomo tuviese trabajadores bajo su cargo y quisiese dar de alta líneas telefónicas para estas personas, aún podría optar por una línea particular, aunque el número de líneas adicionales puede ser reducido antes de verse forzado a optar por una línea exclusiva para empresas. Conviene entonces no perder de vista este asunto para, llegado el caso, asesorarse convenientemente.
¿Tarifa plana o consumo a demanda?
Nos hemos llevado al terreno particular el problema de conseguir una línea móvil barata y adecuada a nuestras necesidades. Dicho esto, ¿qué nos conviene más? A primera vista una tarifa plana nos proporciona un servicio prácticamente ilimitado dentro de cada mes de facturación a cambio de un coste fijo que será el mismo, en principio, todos los meses. Una tarifa que cobre por lo que consumimos puede ser más impredecible en los costes, pero por la misma regla de tres es posible que nos permita reducir la factura mucho en los meses que tengamos menos actividad con nuestros terminales.
Existen multitud de tarifas y opciones, pero podemos decir que, si nuestro uso del móvil es reducido, si necesitamos llamar pocas veces al día, o incluso tenemos días en los que apenas tenemos actividad tanto en voz como datos, lo mejor es una tarifa a demanda, y por poner un ejemplo, hablamos de la tarifa de Llamadas más Internet de Pepephone. Esta OMV opera con la red de Vodafone y tiene como característica principal su bajo precio por minuto si contratamos un bono mínimo de datos.
El bono mínimo consiste en 800MB de descarga al mes por 6,9 euros más IVA, y eso da derecho a disfrutar de un precio por minuto de 0,6 céntimos de euro, lo que sumado al coste de establecimiento de llamada nos deja el primer minuto en 0,156 euros, más IVA. En la misma línea podemos mencionar la Tarifa Libre de MÁSMÓVIL, que no tiene coste por establecimiento de llamada, pero sí un consumo mínimo de 8 o 14,90 euros mensuales (depende del bono de internet contratado), siendo el coste por minuto de 8,5 céntimos más IVA. O si no, la Tarifa 7 de Amena, que también tiene una cuota de 7 euros al mes que da derecho a llamadas a todos por 1 céntimo el minuto, más los correspondientes 15 céntimos de establecimiento de la llamada. Con esos 7 euros al mes se puede conectar uno a Internet y descargar hasta 1GB de datos a máxima velocidad (luego solo se reduce la velocidad de descarga).
Es decir, tenemos la posibilidad de gastar relativamente poco dinero si no tenemos necesidades exigentes tanto de llamadas, como de conexión de datos sin necesidad de pagar una tarifa plana ilimitada. Si estamos en el otro lado, en el consumo más elevado, si hacemos muchas llamadas (más de las que recibimos), si tenemos la necesidad de enviar y recibir mucha información a través de los datos, o incluso si necesitamos espacio de almacenaje en la nube, el valor de una tarifa plana global tiene mayor importancia.
Un ejemplo claro son las tarifas RED de Vodafone, que en sus modalidades RED, RED2 y RED3 ofertan un abanico de prestaciones interesante para quien consuma realmente mucho cada mes. Estas ofertas tienen, de nuevo, un abanico de precios que depende de los servicios de datos y alojamiento en la nube que necesitemos. Es decir, partiendo de que todas las tarifas incluyen llamadas y SMS ilimitados durante todo el mes, podemos elegir la tarifa base con 1,5 GB de descarga mensual y 10GB de almacenamiento en la nube (35 €/mes, más IVA), la RED2 con 3 GB y 30 GB respectivamente (50 €/mes, más IVA), y la RED3, que ofrece 5 GB y 60 GB en la nube (70 €/mes, más IVA). Todas las tarifas tienen 24 meses de permanencia, pero por 5 euros adicionales al mes, nos olvidaremos de esa obligación.
No es el objetivo explorar todas las tarifas del mercado, pero sí darnos cuenta de que, muchas veces, las tarifas para autónomos son propuestas comerciales de las compañías, y las ventajas que tienen pueden ser un acceso más fácil a nuevos terminales, o casos similares, pero a la hora de la factura mensual puede que nos salga más a cuenta elegir una buena tarifa para particulares que se adapte como un guante a nuestras necesidades.
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