Hogwarts existe. China vuelve a sorprender al mundo. A esta escuela no se llega mediante el famoso anden 9 ¾, sino a través del aeropuerto de Zhengding, cercano a la ciudad de Xinle, en la provincia de Hebei -China-. Aunque sus arquitectos niegan que se inspiraran en el colegio mágico de Harry Potter, lo cierto es que el parecido del nuevo edificio de la Universidad de Xinle es asombroso. Los arquitectos del edificio alegan que el castillo de la película es en realidad el castillo de Alnwick, en Northumberland -Reino Unido-, con un retoque "mágico" de la industria del cine. Así que, en su defensa, los diseñadores del inmueble universitario aseguran haberse inspirado en los antiguos castillos de la Europa medieval.
Por su parte, como informa Idealista, el portal inmobiliario líder en nuestro país, la prensa internacional se ha hecho eco de tal enorme parecido. Y es que con su fachada de piedra, los torreones terminados en punta y la torre central con reloj recuerdan sin ningún género de dudas a la escuela que J.K. Rowling imaginó para su estudiante mago más audaz -y rentable-.
Los juristas ahora, código en mano, aseguran que una construcción tan similar del castillo de Harry Potter supondrá, casi con total seguridad, una demanda por parte de Universal Studios, Warner Bross y de la propia escritora, J.K. Rowling. Para mayor polémica, los actores empresariales que poseen los derechos de Potter, se encuentran inmersos en la construcción de El Mundo mágico de Harry Potter en Japón. Asimismo, el propio castillo de Alnwich, donde se recreó la película, también podría tomar acciones legales contra la universidad china.
En línea con todo este embrollo, cabe destacar la reflexión propuesta en 2011 por la Universidad Norteamericana de Lehigh -Pensylvania- siempre peculiar a la hora de realizar estimaciones monetarias sobre fenómenos culturales.
Los estudiantes de económicas de dicha universidad elaboraron en 2011 una aproximación del coste que supondría ser Harry Potter. O lo que es lo mismo, estudiar en un internado donde, además de aprender las asignaturas muggles-mortales-, se viviera en primera persona experiencias y aventuras similares a las del libro. La estimación, realizada con base a precios de los cinco mejores internados del Reino Unido -además de sumar el coste de calderos, capas, uniformes, etc-, alcanzaba los 30.000 euros anuales.