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Empresas con historia

Los humildes comienzos del imperio hotelero Marriott

La corporación, que cuenta a día de hoy con más de 3.000 hoteles en 70 países, comenzó su andadura con un modesto restaurante en Washington.

La corporación, que cuenta a día de hoy con más de 3.000 hoteles en 70 países, comenzó su andadura con un modesto restaurante en Washington.
Hotel Marriott en Birmingham. | Flickr-Elliott Brown.

Lujo, ostentación, riqueza, exclusividad, multiresidencia...muchos son los conceptos asociados a la conocida corporación hotelera Marriott, pero ninguno de ellos hace referencia a los pilares fundacionales en los que el empresario John Willard Marriott construyó, junto a su esposa Alice, las bases de su imperio: el chile y la humilde cerveza de raíz (root beer: una bebida fermentada elaborada mediante una combinación de vainilla y corteza de cerezo entre otros ingredientes).

Era 1927 y un joven matrimonio emprendedor, John y Alice, llegaron a Washington DC con ganas de superarse a sí mismos y a cuantos obstáculos se tuvieran que enfrentar. Los veranos no eran muy diferentes a los de ahora: bochorno, calor y sed eran las constantes habituales de una jornada estival. Los jóvenes mormones consiguieron un pequeño negocio en la que establecieron una pequeña taberna, bautizada como The Hot Shoppe, que ofrecía sólo malta fría para aplacar la sed de los trabajadores manuales, hastiados de tanto sol. La demanda era patente. El joven negocio se desarrolló a un ritmo astronómico durante los meses de verano... pero llegó el invierno.

Lejos de conformarse con hacer su agosto únicamente en la época estival, adaptaron su oferta para los meses invernales con una completa carta de chile. Gracias a la amistad que mantenía John Willard con el cocinero de la Embajada de México, el restaurante pudo ofrecer las mejores recetas de gastronomía mexicana de toda la zona este del país. Para 1932, John y Alice poseían una próspera cadena de restaurantes que crecía cada día gracias a la fuerte demanda de mercado.

El primer hotel, Twin Bridges Marriot Motor Hotel, no llegaría hasta 1957, y estaría ubicado en el condado de Arlington, en el estado de Virginia. Para ser justos el establecimiento en cuestión comenzó su andadura como un motel lowcost. El segundo hotel llegaría dos años más tarde. Situado también en Arlington, es a día de hoy el hotel más antiguo que posee la corporación. Pero no sería hasta la llegada de su hijo, Bill Marriott, a la cabina de mando de la compañía cuando ésta escalaría para convertirse en la corporación que es en la actualidad. Como pasara con Samsung Electronic, la savia nueva que trasladó su hijo a todos los estamentos de la cadena restaurante-hotelera fue la clave para acertar en la forma de potenciarse en el sector hotelero y de hostelería.

Para la década de los 90, la Corporación Marriott tenía tanta fuerza que dividió en dos compañías, Marriott International y Host Marriott Corporation- para diversificar mejor su actividad. En 1995, Marriott International se hizo con el 49% del Ritz-Carlton Hotel Company LLC, deficitaria en su momento. Tras invertir 331 millones de dolares para reducir los 200 millones de deuda que tenía la cadena hotelera, Marriott usó su experiencia en el sector y su fuerte poder financiero para reimpulsar a la cúspide a Ritz-Carlton. En 1998, Marriott aumentaba su presencia en la cadena de lujo, comprando también decenas de inmuebles, hasta albergar dentro de la corporación a más de ochenta de estos establecimientos.

Desde la entrada en el nuevo siglo, la compañía ha continuado apostando por su expansión en todo el orbe. Ha tenido que enfrentarse a momentos duros, como la destrucción del Marriott World Trade Center, tras el atentado perpetrado por Al-Qaeda en 2011, u otros atentados con bomba en los Marriotts de Islamabad y Yakarta. Pero también ha gozado de buenos momentos que le han permitido añadir a su cartera más de 600 establecimientos hoteleros en mercados emergentes como la India, China o el sudeste asiático.

Su atrayente oferta internacional para los socios -que permite poder cambiar de apartamento entre los distintos establecimientos-, así como su exclusividad, lujo y prestaciones han hecho casi irreconocible a la corporación Marriott, aunque siempre se puede retrotraer uno al pasado pidiendo al servicio de catering del hotel un chile bien picante, acompañado de una buena cerveza de raíz. ¡Qué tiempos!

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