Muchas ciudades francesas en las que abunda el empleo no cuentan con un stock de pisos en alquiler suficiente para cubrir la demanda. Una situación que es difícil de imaginar desde España, con casi cinco millones de parados, y, además, un parque de viviendas vacías de cerca de un millón.
Ante este problema, algunas empresas de ciudades como París han optado por convertirse en caseros de sus empleados. Éste es el caso de Axon Cable, instalada en la Marne, que ha rehabilitado un edificio para alquilar sus 30 habitaciones a sus asalariados. El alquiler ronda los 150 euros mensuales, mucho más bajo que en cualquier barrio de la zona, según Le Figaro.
Unos de los empleados que arrendan casa a su jefe explica al diario francés su experiencia. Asegura que es un punto a favor para el empresario, ya que les permite "instalarnos sin necesidad de comprar un coche y así ahorrar y tener menos preocupaciones".
El problema aumenta en verano, cuando muchas empresas multiplican sus plantillas, simplemente, para cubrir la temporada estival o las vacaciones de sus empleados fijos.