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España sufre el mayor aumento de jóvenes ni-nis sin formación de toda Europa

España registra el mayor porcentaje de jóvenes poco cualificados que ni estudian ni trabajan de Europa, sólo superado por Turquía.

Uno de los efectos de la crisis ha sido el incremento de la proporción de población joven que ni trabaja ni estudia, más conocidos como ni-nis. El hecho de que un joven en paro tampoco estudie compromete su empleabilidad en el futuro por el riesgo de carecer de experiencia profesional, con una formación que pudiera resultar insuficiente en un mercado laboral que, a su vez, demanda cada vez más perfiles especializados.

Los datos de Eurostat muestran que entre 2007 y 2015 en cerca de tres de cada cuatro países europeos dicha tasa se ha incrementado y que el aumento asciende a casi dos puntos porcentuales en el conjunto de la UE, afectando a uno de cada seis jóvenes en total.

En el caso del mercado laboral español el problema es aún más grave pues se sitúa en la octava posición, tan sólo por detrás de países como Macedonia, Turquía, Grecia o Bulgaria, con una tasa del 21% y, lo que es peor, se ha incrementado con la crisis en siete puntos porcentuales. Dicha tasa únicamente se supera en Grecia y Chipre.

Si se compara al mercado español con el de las principales economía de la UE, hasta 2007 existía una clara convergencia, con la excepción de Italia que sufre tradicionalmente de una elevada inactividad entre sus jóvenes. Sin embargo, desde 2008, se ha abierto una brecha, disparándose la proporción de ni-nis en España y sólo compensándose parcialmente durante los dos últimos años.

Grave problema entre los menos cualificados

El detalle de los datos de Eurostat permite, entre otros análisis, comprobar la evolución por grado de formación alcanzado. Mientras que la tasa se sitúa más cerca de la media de la UE entre los jóvenes con formación secundaria, es entre los de formación superior y especialmente entre los de menor formación donde la posición es peor. En este caso, se sitúa en el 12% del total de población joven, sólo Turquía tiene una tasa superior, mientras en ningún país ha crecido tanto -casi cuatro puntos- con la crisis como en España.

Este hecho es especialmente preocupante, dado que se trata del segmento de jóvenes con menor cualificación y, por tanto, de menor empleabilidad. Como se puede observar en el siguiente gráfico, a menor nivel de formación, menor tasa de empleo.

Relacionado con lo anterior -vincular empleo o desempleo y nivel de formación-, una de las causas de que haya jóvenes que ni estudien ni trabajen es el abandono escolar. En este caso, el sistema educativo tampoco sale bien parado en relación con otros países de nuestro entorno, con una de las mayores tasas de abandono,que afecta a uno de cada cinco jóvenes y que se sitúa tan sólo por detrás de países como Turquía o Rumanía.

Por último, si se compara la población juvenil que no sólo ni estudia ni trabaja, sino que no busca un empleo, la foto, sin ser positiva, al menos no es tan desfavorable. El porcentaje de jóvenes que tampoco busca empleo es del 6% en 2015, por debajo eso sí del promedio de la UE que es del 8%. Un porcentaje inferior puede indicar que el problema no es tanto que exista apatía entre los jóvenes, sino que simplemente no consiguen un empleo.

Una estadística similar, pero más extrema, es la que mide la proporción de jóvenes que no desean trabajar: España, con un 4%, se sitúa igualmente en la parte baja en Europa.

En resumen, el mercado laboral en España tiene un problema con los jóvenes que se sitúan fuera del ciclo formativo y del empleo. Más que una cuestión de pasotismo, el problema puede residir en una insuficiente formación educativa. En este sentido, una elevada tasa de abandono escolar no hace sino empeorar aún más la situación.

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