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Lámparas personalizadas y una empresa muy especial: una combinación ganadora...y solidaria

SoulEM crece en un sector muy competido. La compañía nació de una asociación de ayuda a mujeres en riesgo de exclusión social.

A pesar de la llegada de las leds y de las luces empotradas en paredes y techos las lámparas de toda la vida no han desaparecido. De mil formas, colores y tamaños, siguen siendo un básico en casas, locales y empresas... antiguas y modernas. Nunca pasan de moda, se adaptan a las tendencias y marcan estilo. Pocas cosas definen mejor la decoración de un espacio que su iluminación y no hablamos sólo de vatios o tipos de luz.

Por eso, seguimos teniendo la lámpara del salón, de la mesilla de noche o de lectura. Podría parecer que todas ellas son iguales: pantalla, pie y bombilla. E incluso habrá quien piense que su fabricación es algo sencillo o puramente mecanizado. Pues no. En un mercado tan variado, en el que existen todo tipo de colores, formas y diseños, todavía es posible que alguien no encuentre la lámpara de sus sueños.

Gracias a SoulEM, esto ha cambiado. Lo que empezó siendo una pequeña asociación en el barrio madrileño de la UVA, en Hortaleza, se ha convertido en una gran empresa social. Los inicios fueron pasito a pasito... y ahora ya están cogiendo carrerilla. Han entrado en el sector hotelero, su primer objetivo, y también en decoración y retail. Para conseguirlo, han tenido que adaptarse. Su objetivo: hacer un producto a medida que se entregue directamente al cliente. Macarena López-Cordón, gerente de SoulEM, ha hablado con Libre Mercado sobre tres grandes desconocidos, el oficio de pantallero, la ayuda social y la colaboración de Momentum Project, una iniciativa de BBVA.

- El oficio de pantallero no es muy habitual. Puede que los más jóvenes no hayan oído hablar nunca de él, ¿cómo surgió todo?

- La idea la tuvo mi madre. Llevamos toda la vida viviendo en Hortaleza y ella detectó una gran necesidad en la UVA. Tenía un despacho dónde ayudaba a todo aquel que lo necesitaba. Repartía alimentos, pero ella sabía que era pan para hoy y hambre para mañana.

La madre de Macarena decidió aprender un oficio en peligro de extinción, el de pantallero. Gracias a un artesano de toda la vida de Lavapiés y con ayuda del que entonces era presidente de Gas Natural Fenosa, consiguió un donativo para arrancar un pequeño taller de mujeres y enseñarles el oficio.

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Taller de Soulem

No era una persona de recursos y creó una asociación pequeña, pero con un gran impacto social. La entidad, beneficiaria del banco de alimentos de Madrid, creció hasta que llegó la crisis.

En ese momento, Macarena, que trabajaba de comercial para una cadena de hoteles, decidió que quería sumarse al proyecto y terminó trabajando con su madre. La idea: pasar de ser una simple asociación a una empresa social, que aporta valor, crea riqueza en la comunidad, ayuda a personas en situación de exclusión social y, al mismo tiempo, compite en el mercado como cualquier otra empresa.

Con su experiencia en el sector turístico, Macarena vio un potencial tremendo. Éste es un producto que necesitan los hoteles y que no va a desaparecer. Algunos locales ponen leds integrados, pero la inmensa mayoría sigue apostando por las lámparas, que ayudan a imprimir una imagen de marca y dan más calidez.

- Tras consolidar la asociación, ¿cuándo empezasteis a crecer y marcar nuevos objetivos?

- La financiación de Momentum Proyect nos ha permitido dar un gran paso. Los alimentos estaban junto al taller, no había despacho… hasta que conseguimos un nuevo local, mucho más espacioso, lleno de luz y con muchas más posibilidades. Los arquitectos y decoradores que venían a visitarnos y a ver el producto se iban descontentos por el escenario. Están acostumbrados a que todo sea diseño y limpieza. Ese local era un handicap. Ahora invitamos a todo el mundo.

Hay que tener en cuenta que SoulEM es la empresa, la marca comercial de un proyecto precioso, que comenzó como una asociación de ayuda a mujeres con problemas de inserción y que avanza a pasos de gigante.

- ¿Quiénes forman vuestra plantilla?

- Mujeres en riesgo de exclusión social. Nos hemos abierto a todas las personas que quieran aprender ese oficio.

Muchas de sus trabajadoras les llegan de los servicios sociales. Son personas que en muchas ocasiones apenas habla castellano. El objeto es enseñarles habilidades, tanto domésticas como laborales. Su futuro más próximo, habilitar una sala para los hijos de las mujeres. Tienen que dar cobertura a esta situación para que las mujeres puedan ir a los cursos o al taller.

- ¿Cómo se enseña el oficio de pantallero?

- El objetivo es que sean mujeres de la asociación que desarrollen habilidades en la fabricación de pantallas. La asociación tiene que ser nuestra cantera. Actualmente hay tres personas en SoulEM y tenemos un taller con más de 10 mujeres que podrán acceder a SoulEM en el futuro. Son necesarios 3 años de itinerario de inserción personalizado.

Su objetivo es generar contratos de 6 horas que permitan conciliar la vida laboral y personal. Y trascurridos los 3 años de inserción, ayudan a estas mujeres a incorporarse al mundo laboral con todas las posibilidades que les dan la formación y la experiencia adquiridas.

- ¿ Qué tipo de empresas colaboran con vosotros?

- Es necesario colaborar con proyectos más pequeños. Empresas que están al lado, en las calles, cerca de todos. Hay que concienciar a las personas de que empresas como nosotros generamos trabajo y un impacto social muy grande.

En SoulEM, además de para hoteles y grandes empresas, también hacen pedidos para particulares. "Lo que se tiene en mente se puede reproducir. Ves una lámpara o una imagen en algún sitio y te da una idea: lo traes y lo tienes"

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Equipo Soulem

De esta forma, el cliente consigue dos objetivos: por una parte, ayuda a una empresa social y, por otra, obtiene exactamente la lámpara que iba buscando (totalmente personalizada y única). Tienen el reconocimiento de utilidad pública por el Ministerio del Interior, un reconocimiento que les ha sido muy útil para atraer a otras personas que quieran apoyar el proyecto. Clientes como Meliá, Ilunion y Sercotel son algunas de las empresas que están en la nómina de clientes de SoulEM. SoulEM es una empresa pero genera un impacto social que no hay que dejar de lado.

- ¿Qué proyectos tenéis entre manos?

- El futuro es lo que está ocurriendo ahora. El salto a un local más grande tras Momentun. A nivel profesional, el objetivo es la consolidación en el sector hotelero y de decoración. Vamos a crear una nueva línea de negocio de alquiler de salas.

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