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Cómo afrontar la vuelta al trabajo sin morir en el intento

La falta de energía, de motivación o la tristeza son los síntomas más habituales. 

La falta de energía, de motivación o la tristeza son los síntomas más habituales. 
Con septiembre llega el síndrome postvacacional | Corbis

Con la llegada de septiembre, los días de descanso y desconexión han terminado para afrontar el regreso a la rutina laboral.Aunque para muchos empleados las vacaciones consiguen el objetivo de recuperar la energía perdida durante el año y hacen que los empleados vuelvan al trabajo con las pilas cargadas, para otros puede suponer una situación estresante que desemboque en la conocida como depresión postvacacional.

Se trata de un síndrome que provoca falta de energía, de motivación o la tristeza entre algunos trabajadores al reincorporarse al trabajo. "Los entornos de negatividad en el trabajo, en los que se realizan tareas repetitivas o en los que aparecen jefes poco motivadores, suelen provocar una mayor sensación de desánimo a la vuelta de vacaciones", asegura Nekane Rodríguez, directora de Lee Hecht Harrison, división de Adecco.

Según los cálculos de la ETT, en España 1 de cada 3 trabajadores está sufriendo o sufrirá el síndrome postvacacional al despedirse de las vacaciones. Aunque no se puede trazar un perfil de trabajador concreto al que le afecte esta depresión, las personas que tienen menor tolerancia a la frustración y las menos resilientes son las más susceptibles de caer.

Del mismo modo, es más probable que padezcan este síndrome los trabajadores que tienen la oportunidad de realizar largos períodos vacacionales que aquellos cuyas vacaciones están divididas a lo largo del año. Esto se explica por la mayor desconexión del trabajo y el desarrollo de hábitos de vida diferentes durante ese tiempo. Así, "un hábito necesita 21 días para implementarse y un mes de vacaciones es tiempo más que suficiente para que una persona se acostumbre a los nuevos hábitos de vida", tal y como señala Rodríguez.

Los síntomas

El principal síntoma de este síndrome postvacacional es la apatía, seguida por el cansancio o la falta de energía y de concentración para realizar las tareas. En otras personas se puede manifestar mediante otras señales como el trastorno del sueño, el nerviosismo, el estrés o la tristeza. Incluso, en casos más extremos, el trabajador afectado por el síndrome postvacacional puede experimentar ansiedad, dolor de cabeza e, incluso, malestar general.

Siendo éstos los principales síntomas, cada persona puede experimentar esta dolencia de una forma diferente. Lo que la caracteriza es su momento de aparición: tras un período vacacional o de descanso continuado. La duración habitual del síndrome es de 15 días.

¿Cómo combatirlo?

Una buena manera de combatir una depresión postvacacional es hacer que la transición de las vacaciones al trabajo sea lo más suave posible. Así, algunas de las medidas más efectivas son:

  • Levantarse pronto unos días antes de reincorporarse al trabajo para acostumbrarse a los horarios habituales.
  • Levantarse más pronto de lo habitual el primer día de trabajo para afrontar el nuevo día sin prisas.
  • Volver del lugar de vacaciones unos días antes.
  • Repartir o dividir los días de vacaciones a lo largo del verano para evitar implementar nuevos hábitos de vida durante ese tiempo.
  • Interpretar de forma positiva la vuelta a la rutina y no caer en el pensamiento de que el trabajo es una carga.
  • Evitar cargarse de trabajo durante los primeros días.
  • Realizar actividades saludables, como el deporte, y llevar una buena alimentación.
  • Aprovechar que los días aún son largos y hace buen tiempo para salir con amigos o con la familia.
  • Centrar la atención en lo positivo del trabajo, como las relaciones con compañeros o todo aquello que genere motivación en los trabajadores dejando de lado aquellos aspectos más negativos que puedan hacer más dura nuestra vuelta.

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