Kentucky Fried Chicken (KFC) se enfrenta a la ira de Anna Wurtzburger, una clienta estadounidense de 64 años indignada por su publicidad.
La decepción se ha apoderado de Wurtzburger, quién compró un cubo de 20 dólares del famoso pollo de KFC, pero cuál fue su sorpresa al ver que el producto era muy diferente al que aparece en los anuncios de la cadena.
"Llegué a casa y le dije: ¿Dónde está el pollo?", aseguró la afectada al New York Post. "Están mostrando un cubo que está rebosante de pollo y dicen que alimenta a toda la familia", se quejó. "Eso es publicidad falsa porque no alimenta a toda la familia. Son piezas pequeñas", añadió.
Wurtzburger llamó a la sede de Georgia del gigante de la comida rápida para quejarse. La empresa le dijo que el pollo fue presentado de forma que sobresaliera del cubo "para que el público lo pudiera ver."
La respuesta de KFC hizo que Wurtzburger contratara a un abogado y presentara una demanda exigiendo a la empresa que cambie su publicidad. Pide 20 millones de dólares en daños y perjuicios.