A día de hoy, conflictos como el terrorismo y disturbios civiles capturan la atención del mundo. A pesar de que el sufrimiento humano es el impacto más obvio que causa la guerra, hay un coste muy importante para la economía que puede afectar a la infraestructura y estabilidad de una región a largo plazo.
El Instituto de Economía y Paz ha realizado un informe que refleja el impacto de la guerra y de los conflictos en la economía mundial. Además, a través de una base empírica, calcula los beneficios potenciales de la paz. Este informe refleja dieciséis categorías de gastos que relacionadas con contener y prevenir las consecuencias de la violencia.
Se pueden establecer dos tipos de costes. Por un lado, costes directos entre los que se incluirían el gasto militar del gobierno, sistemas judiciales, policías, etc. Por otro, los costes indirectos como, por ejemplo, gastos económicos como la pérdida de vidas, de productividad y traumas en la población, entre otros.Sin embargo, según afirma World Economic Forum, estas cifras pueden ser conservadoras ya que solo han incluido variables sobre las que haya datos fiables.
Según el estudio, se estima en 13,6 billones de dólares el impacto de la violencia sobre le economía global, medido en términos de paridad de poder adquisitivo. Esta cifra equivale al 13,3% del PIB mundial o a 1.876 dólares por persona y año. Equivalente, a su vez, a 5 dólares al día por persona. Si se comparan estas cifras con el 10,3% de la población que vive con menos de 2 dólares al día, según datos proporcionados por el Banco Mundial, la situación es "alarmante", según World Economic Forum.
La paz supondría mejoras sociales, físicas y emocionales pero estos beneficios suelen pasarse por alto en los debates económicos.
El mayor contribuyente a los gastos de la violencia global es el gasto militar, que es de 6,16 billones de dólares en términos de poder adquisitivo, es decir, el 45% del impacto económico que supuso la violencia en 2015. El gasto en seguridad interna ocupa la segunda posición y se incluyen métodos preventivos como sistemas judiciales, penitenciarios, etc. Suponen, aproximadamente, un 26% del coste global de la violencia. En tercera posición, el impacto económico de los homicidios, que supuso 1,79 billones de dólares en términos de poder adquisitivo, incrementándose un 8% entre 2007 y 2014. Se incluyen los costes médicos y las compensaciones a las víctimas.