El nombre de Eduardo Serra se barajó en distintas informaciones periodísticas como uno de los posibles candidatos para presidir Telefónica, en sustitución de Juan Villalonga, por su experiencia en Airtel, aunque al final su candidatura no cuajó y la presidencia de la empresa la ocupó César Alierta.
Eduardo Serra nació en Madrid el 19 de diciembre de 1946. Ha ocupado responsabilidades en la Administración con los gobiernos de la UCD, el PSOE y finalmente el PP, siendo ministro de Defensa en la primera legislatura de José María Aznar. Asimismo, tiene una amplia experiencia como gestor empresarial. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y ha sido profesor de las asignaturas de Filosofía del Derecho y Derecho Administrativo en esa Universidad.
En 1974 ingresó en la Cuerpo de Abogados del Estado. Prestó servicios en la Delegación de Hacienda de Guadalajara, en las Asesorías Jurídicas de los Ministerios de Educación y Ciencia e Industria y Energía. Entre 1977 y 1979 fue jefe del gabinete del ministro de Industria y Energía, por aquel entonces Alberto Oliart. En marzo de 1979 fue nombrado secretario general del Consejo de Administración del Instituto Nacional de Industria (INI). Duante esos años también ocupó los cargos de consejero del Banco de Crédito Industrial y de Butano y fue vicepresidente de Astilleros Españoles y presidente de Auxini. En febrero de 1982, Alberto Oliart, ministro de Defensa, volvió a contar con él y le nombró subsecretario del ministerio. Bajo su responsabilidad estuvo la firma del programa FACA, por el que España compró 72 aviones de combate F-18 a la compañía McDonnell Douglas por un montante global de 600.000 millones de pesetas.
A finales del año 1982, el ministro de Defensa del primer gobierno de Felipe González, Narcís Serra, le pidió que siguiera en el puesto, y en 1984 le elevó el cargo a secretario de Estado. En ese puesto estuvo hasta 1987, cuando presentó su dimisión. Tras su salida del Ministerio se dedicó a la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, en colaboración estrecha con Manuel Gutiérrez Mellado y con la Reina doña Sofía, presidenta de honor de la institución. Además, volvió a dedicarse a la actividad empresarial y fue nombrado presidente de Peugeot y de la constructora Cubiertas MZOV, de la que fue consejero hasta 1996.
Cuando Aznar le llamó para formar parte de su gabiente era presidente del consorcio Airtel, compañía al frente de la cual había conseguido en aquel momento la licencia como segundo operador de telefonía móvil.