Menú

Si en las boticas hay de todo, en Coalición Canaria también. La diferencia es que en CC parece que todo lo que hay es malo. El director general de la Vivienda del Gobierno canario, Miguel Ángel Pulido, anunció que pretende cobrar un impuesto o recargar el IBI para los inmuebles vacíos. Aseguró Pulido que con eso “se pretende acabar con la afrenta social que supone la coexistencia de inmuebles vacíos y miles de familias que no tienen alojamiento”.
Los clásicos defensores de la libertad la hicieron girar en torno a la propiedad privada como categoría fundamental, y no por casualidad: es garantía básica de la sociedad abierta. Y tampoco fue casual que los enemigos de la libertad, todos ellos, de izquierdas y derechas, siempre hayan recelado de la propiedad, y la hayan identificado –desde púlpitos y cátedras y tribunas sin fin– como la raíz de todos los males.

Por lo tanto, de entrada, tenemos en Miguel Ángel Pulido a un enemigo de la libertad. Pero, por si fuera poco, tambiés es enemigo del pensar. En vez de sugerir que los propietarios, legítimos ciudadanos que con su dinero se compran un piso, son culpables de que haya gente sin vivienda, en vez rasgarse las vestiduras por la “afrenta social” que representan las viviendas vacías, debería pensar por qué la gente hace cosas tan raras como comprar viviendas y no utilizarlas para nada. Si se toma el trabajo de pensar, el señor Pulido comprobará que esa conducta tiene diversas explicaciones, como la fiscalidad, la regulación o la legislación sobre alquileres, y que todas ellas remiten siempre al poder político. No es el egoísmo ciudadano el que impide que los españoles tengan una vivienda sino la “afrenta” liberticida que comportan gentes como el señor Pulido.


© www.libertaddigital.com 2002
Todos los derechos reservados

Titulares de Libertad Digital
Suscríbase ahora para recibir nuestros titulares cómodamente cada mañana en su correo electrónico. Le contamos lo que necesita saber para estar al día.

  
!-->

En Libre Mercado

    0
    comentarios