El presidente del Gobierno cada día se encuentra más preso de la realidad virtual que él mismo inventa. En plena euforia precongresual y durante el ensayo del congreso de los socialistas navarros se ha puesto el traje de cocinero mayor de La Moncloa y ha blandido el recetario de la vieja y demagógica cocina socialista como solución a una crisis económica que, al igual que hizo con el concepto "nación", ahora considera "opinable". "Nuestras recetas no son las recetas de la derecha. No son decretazos, ni recortes de derechos, sino el diálogo social, la ayuda a los parados, la subida de las pensiones, las políticas sociales y destinar lo que hemos ahorrado a los trabajadores y a las rentas más bajas", ha sentenciado.
Pero el chef del desastre no está solo. Tiene varios pinches que le preparan los platos con los que atragantar a los ciudadanos. En concreto, unos responsables sindicales que le bailan impúdicamente el agua sectaria y traicionan así con descaro a quienes dicen representar. Palmeros sindicales aparte, sólo el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha aparcado su carnet del PSOE para arremeter contra el maquillaje gubernamental por considerar "insuficientes" las medidas anunciadas de recorte de las convocatorias de empleo público en un 70 por ciento y congelación del salario de unos altos cargos del Estado que el zapaterismo se ha encargado de duplicar.
Entre tanto, el país ha batido el récord histórico del 5,1% del Índice de Precios al Consumo Armonizado y, de confirmarse el IPC de junio, nos sume en la inflación más elevada desde hace 18 años. En sólo un año la cesta de la compra está por las nubes, la leche cuesta casi un 25 por ciento más, los huevos han subido de precio un 13 por ciento, las frutas frescas cuestan casi un 12 por ciento más, el pan se ha encarecido cerca de un 11 por ciento y los productos lácteos valen un 10 por ciento más. La factura de la luz, que va a ser mensual, se incrementa en un 11 por ciento, el precio del petróleo puede alcanzar los 170 dólares por barril este verano mientras el Euribor, indicador al que se referencian la gran mayoría de las hipotecas en España, cerrará junio en el 5,36% y marcará su récord histórico desde que nació en enero de 1999.
De récord en récord vamos, para desgracia de nuestros bolsillos. Ante la que está cayendo, el jefe de Gobierno ha tenido que ser cazado a lazo esta semana por la oposición en pleno para que acuda al Congreso de los Diputados a dar explicaciones sobre unas contraproducentes, inútiles o inexistentes medidas económicas, según los casos. Con un empobrecimiento de la población que pierde poder adquisitivo a marchas forzadas, el jefe de fogones gubernamental, anclado en su mundo feliz, está orgulloso de la "seña de identidad" del PSOE que consiste en hacer "políticas sociales". Resulta evidente que las recetas de Zeta son un gran alivio para los españoles a la hora de pagar la hipoteca, hacer la compra, llenar el depósito del coche y acudir a trabajar aquellos que aún conservan su empleo.