Menú

Las joyas de la corona del sector del ladrillo acumulan una deuda de 16.200 millones

La quiebra de Habitat vuelve a poner sobre la mesa el riesgo de que la explosión de la burbuja del ladrillo afecte a los bancos y cajas de ahorros. Las tres joyas de la corona acumulan una deuda superior a los 16.000 millones de euros.

Habitat sucumbe al temporal inmobiliario
La quiebra de Habitat vuelve a poner sobre la mesa el riesgo de que la explosión de la burbuja del ladrillo afecte a los bancos y cajas de ahorros. Las tres joyas de la corona acumulan una deuda superior a los 16.000 millones de euros.
LD (L. Ramírez) En contra de lo que defendían la mayor parte de consultoras inmobiliarias, los medios de comunicación de gran difusión, los representantes del Gobierno, las agencias de calificación crediticia y las entidades financieras, los precios de los pisos sí bajan.
 
Sobre todo en una economía recalentada por unos tipos de interés artificialmente bajos, con un mercado del suelo intervenido y un patrón de crecimiento desequilibrado como es el caso de España.
 
Ya al cierre de 2006, los indicadores económicos que afectan al sector daban las primeras pistas de lo que hoy es una realidad palpable: el mercado inmobiliario se ha hundido, y las consecuencias para el sector financiero son preocupantes.
 
Las actividades relacionadas con esta actividad han generado una deuda de unos 400.000 millones de euros que han obligado a las compañías inmobiliarias a vender activos de forma masiva para maquillar sus cuentas de resultados.
 
“No hemos vendido ni un piso”, admitía la inmobiliaria Colonial en sus resultados del cierre del tercer trimestre. Las causas son diversas: las familias están excesivamente endeudadas, los pisos están sobrevalorados al menos en un 30%, el grifo del crédito se ha cerrado por la crisis financiera internacional y el paro afecta al 13% de la población activa.
 
Todo ello agudizado por una política de tipos de interés irresponsable que ha fomentado el crédito sin que haya existido un ahorro previo en las economías, en Europa y al otro lado del Atlántico. Cuando el precio del dinero se baja artificialmente (como han hecho la Reserva Federal y el Banco Central Europeo en la última década), se generan burbujas, un proceso que en España se ha agudizado tras la entrada en el área de la moneda única.
 
Como muestra un botón: tres de las grandes joyas de la corona del sector inmobiliario (Metrovacesa, Colonial y Habitat) acumulan una deuda conjunta de 16.236 millones de euros al cierre del tercer trimestre.
 
Precisamente, este viernes Habitat se ha declarado en suspensión de pagos y Colonial admite que podría quebrar en el corto plazo. Si a estas compañías sumamos el agujero de Martinsa de 5.100 millones –que quebró el pasado verano- la deuda conjunta supera los 20.000 millones de euros.
 
Cuando se analizan los resultados de estas tres grandes al cierre del tercer trimestre, se comprenden los problemas del sector. Metrovacesa registró unas pérdidas netas de 41,5 millones de euros; sus activos se depreciaron un 5,4%,  hasta los 12.189 millones de euros y la entrega de viviendas se hundió un 38,8%, con 266,7 millones de euros. Su deuda a 31 de septiembre de 2008 ascendía a 6.991 millones de euros.
 
Por lo que se refiere a Colonial, sus pérdidas netas en los tres primeros trimestres se situó en 2.475 millones de euros; con una depreciación de activos del 14,2%, hasta 9.436 millones de euros. Aunque la entrega de pisos subió un 5,3%, con 138.6 millones de euros. Su deuda total rondaba los 7.000 millones de euros.
 
En cuanto a Habitat –que ha solicitado ya el concurso voluntario de acreedores- sus pérdidas netas al cierre de septiembre fueron de 2,76 millones de euros, con una pérdida en el valor de sus activos del 74%, hasta 2.000 millones de euros. Su deuda alcanza los 2.245 millones de euros.
 
Pérdidas netas del sector de 3.200 millones
 
Estas tres empresas son sólo un ejemplo de la situación por la que pasa el sector. Las grandes inmobiliarias que cotizan en Bolsa acumulan unas pérdidas conjuntas de 3.256 millones de euros, con unas deudas que superan los 24.000 millones de euros.
 
A ellas habría que sumar aquellas pequeñas promotoras que todos los días suspenden pagos y que no copan los titulares de los periódicos ni abren los informativos en radio y televisión.
 
En la actualidad, todas las inmobiliarias están buscando refinanciar su deuda para poder seguir adelante con la actividad. El problema es que con la paralización de los mercados financieros es cada día más difícil conseguir que una entidad financiera acepte modificar las condiciones de los préstamos, siendo imposible conseguir nuevos créditos.
 
Y el plan de rescate bancario del Gobierno no va a mejorar las cosas, ya que los fondos serán destinados por los bancos y cajas de ahorros para reforzar su capital y preparar sus músculos financieros para la oleada de impagos de las promotoras. De esta forma se paliarían los efectos adversos que todo este proceso tiene para la economía real.
 
Lo que será inevitable es que el desempleo siga aumentando, ya que, en ausencia de una reforma laboral, los necesarios ajustes que se deben producir en toda recesión económica se alargarán en el tiempo y agudizarán los problemas de la economía española.
 
Hasta el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, y su jefe, el presidente del Gobierno, admitne que estamos a las puertas de un crecimiento del desempleo sin precedentes, aunque ellos lo atribuyen a la crisis del "neoliberalismo generada en EEUU". En España, en el horizonte, aparece el fantasma de los 4 millones de parados.
 

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios