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Luis Pazos

De la crisis financiera a la recesión

Este año, la crisis financiera se convertirá en realidad económica y cotidiana para la mayoría de los empresarios, quienes sufrirán una caída de sus ventas. Y, para los trabajadores, a quienes les será más difícil mantener o conseguir un empleo.

Durante la segunda mitad del 2008, la crisis financiera golpeó a los bancos, las aseguradoras y los ciudadanos que tenían su dinero en bolsa. A muchos, que seguían los acontecimientos en los medios de comunicación, les parecían preocupantes, pero alejados de su entorno económico personal.

El año pasado muy pocos se vieron afectados en su vida diaria por la quiebra y el rescate de instituciones financieras en Estados Unidos. Desde 2005 hasta el 2007, antes de manifestarse la crisis financiera, el entorno macroeconómico mundial se caracterizó por exceso de liquidez y expectativas de mayores inversiones y crecimiento, que elevaron a máximos históricos los precios del petróleo, maíz y trigo, generando presiones inflacionarias en diversos países.

Cuando reventó la burbuja de las hipotecas y se trasladó a otras instituciones financieras, el optimismo se convirtió en pesimismo, el exceso de liquidez desapareció junto con las expectativas de alto crecimiento económico. El precio del petróleo empezó a bajar, al igual que las de muchas commodities, como el maíz, el arroz o el cobre. Se configuró un panorama de bajo crecimiento, menor demanda de productos y, por lo tanto, reducción de puestos de trabajo y un entorno peligroso para empresas con deudas y altos costes operativos.

Al principio, muchos economistas hablaban de desaceleración (reducción del crecimiento); ahora la mayoría habla de recesión, lo cual implica que no habrá crecimiento durante, por lo menos, dos trimestres consecutivos.

Este año, la crisis financiera se convertirá en realidad económica y cotidiana para la mayoría de los empresarios quienes sufrirán una caída de sus ventas; y para los trabajadores, a quienes les será más difícil mantener o conseguir un empleo.

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