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La crisis de Zapatero

Las políticas socialistas de restricción artificial del suelo y de desprotección de los arrendadores contribuyeron primero a inflar la burbuja y las de rigidez laboral y de gasto público están agravando ahora el pinchazo.

dobro dijo el día 11 de Mayo de 2009 a las 17:44:

Algún día alguien tendrá que evaluar el coste de no haber defendido la propiedad privada de los dueños de pisos de alquiler... y de la financiación de los ayuntamientos a través de recalificaciones (y restricciones a la liberalización del suelo). Ahí empezó la burbuja del ladrillo. Made in PSOE.
Y otra cosita: ¿para cuando se van a atrever los políticos -y los periodistas- a reclamar los datos acerca del "rendimiento neto de las Administraciones Públicas"? Es que a mí me gustaría saber cuánto dinero recaudado por el Estado vuelve a los ciudadanos en forma de servicios e infraestructuras y cuanto se queda por el camino en generosas subvenciones, suntuosos gastos y encargos a los amiguetes.

Hay que poner freno al despilfarro, ya.

CarlosM dijo el día 11 de Mayo de 2009 a las 13:53:

Lo que Díaz Ferrán dijo a micrófono supuestmente cerrado tendría que haberlo dicho con un megáfono para que este cobarde no pudiera ahora apelar la a responsabilidad para explicar su silencio. Es un cobarde pero más cobardes somos los que le soportamos. Zapatero: "la próxima visita será con dinamita"

Goyo dijo el día 11 de Mayo de 2009 a las 11:33:

El origen de la crisis es la intervención del suelo. Si estuviese liberalziado los inmuebles no se habrían convertido en una inversión y por mucho crédito que hubiésen dado los bancos la gente no lo habría pedido.

Ricitos dijo el día 11 de Mayo de 2009 a las 01:15:

Ningún dictador iluminado responde a crítica alguna,salvo la aplicación a fondo del rencor que las mismas le producen. Veremos como se salva de la quema diaz ferrán,porque aunque buscó la excusa para decir que donde dijo digo,quería decir Diego.
Zapatero es pésimo gobernante,pero aún es peor persona. Fiarse de Zapatero,es como fiarse de las mandibulas de un cocodrilo y meter la cabeza entre sus fauces.