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La fatal arrogancia

Los políticos están confiados en que pueden gastar sabiamente billones de tus dólares para rescatar a la economía. La arrogancia de la clase política es impresionante. John Stossel.

Por supuesto, la economía está en una mala situación -aunque los años finales de los 70 y comienzos de los 80 fueron peores en muchos sentidos-. Pero, ¿es verdad que todos los economistas están de acuerdo en que los "estímulos" masivos son la solución?

"Si no actuamos, y actuamos ahora, la crisis se convertirá en una catástrofe", dijo el Presidente Obama. Si alguien expresa escepticismo, Obama y otros líderes políticos sugieren que los economistas creen unánimamente que el gasto público es la única respuesta. "Existe un consenso de que necesitamos un gran plan de estímulo para que la economía vuelva a estar en forma", dijo Obama.

El líder mayoritario demócrata en el Congreso Steny Hoyer coincidía con el presidente: "Todos los economistas de izquierda a derecha, Republicano o Demócrata, aconseja que tiene que ser un plan (de estímulo, se entiende) muy sustancial".

¿Qué consenso?

Es mentira. No había ningún consenso. De cualquier forma, que exista consenso sobre algo no significa que eso sea cierto. Encontrar a un economista que se opusiera al gasto gubernamental como vía para arreglar la economía era fácil. Más de 200 firmaron una petición oponiéndose a los planes.

"¿Cómo es posible que el Gobierno vaya a ser capaz de gastar un dólar de forma que genere un dólar o más en valor?", se preguntaba el economista de la George Mason University, Peter Leeson. "Una posibilidad más probable es que el dólar que el Gobierno extrae del sector privado es un dólar que el sector privado no tiene que gastar".

Leeson se está refiriendo a la falacia de la "ventana rota", que proviene de la historia que cuenta Frédéric Bastiat de un chico que lanza una piedra a la ventana de una tienda. Debido a que el tendero tiene que comprar una nueva ventana, algunos creen que la travesura estimulará la economía local. La falacia está en pasar por alto que el tendero hubiera gastado el dinero de alguna otra forma si no hubiera tenido que reemplazar la ventana.

Cada centavo que el Gobierno gasta, primero tendrá que ser pedido prestado a alguien de la economía -esto es, alguien que ya esté luchando contra los efectos de la recesión sobre sus ingresos, activos, y planificación futura-. Entonces, ¿dónde está el estímulo?

También es arrogante creer que unos pocos hombres en el poder son lo suficientemente listos como para saber de manera precisa cómo gastar billones de tus propios dólares.

"Ellos (los políticos) están aprovechando una corrección de poca gravedad de la economía… Los mercados pasan por correcciones todo el tiempo", me contó Lydia Ortega de la San Jose State University.

Yo apunté que la gente dice que esta corrección es peor -quizá como la Gran Depresión-. "Pero los mercados necesitan pasar esta corrección", dijo. "Lo que está sucediendo ahora, lo que está empeorando las cosas, es que la gente no sabe lo que va a pasar. Hay demasiada incertidumbre generada por el gasto del Gobierno". Cuánto más hace el Gobierno, más esperan los inversores privados*.

"Parte de la razón por la que la gente no está gastando es que no saben qué van a hacer estos personajes de Washington", dice Howard Baetjer de Towson University. “Japón intentó seis planes de gasto a principios de 1990. ¿El resultado? Una década pérdida de crecimiento”, apunta Ben Powell de Suffolk University. "Son las propias políticas del gobierno las que generaron la burbuja. El gobierno no es la respuesta".

Preguntando a los del otro lado

Quería preguntar sobre estas cuestiones a los grandes defensores de los rescates. Dos aceptaron en hablar: Maxine Waters de la Comisión financiera del Congreso (House Finance Committee) y el líder mayoritario demócrata Hoyer.

Hoyer reconoció que había "exagerado el caso" cuando dijo que todos los economistas defendían la acción del Gobierno.

¿No fue la burbuja causada por demasiada deuda?
"No hay duda de ello".

Entonces, ¿la respuesta es más deuda?
"La mayoría de economistas creen que sí".

Este estímulo de gasto, ¿va a funcionar?
"Eso espero".

¿Podría generar hiperinflación?
"Esperamos que no".
Bien, eso es reconfortante.

"El Gobierno no puede sentarse y estar de brazos cruzados", me dijo la representante Waters. "Tenemos que inyectar dinero en estos bancos y estos sistemas para que ayuden a funcionar a la economía":

¿Cómo lo van a pagar?
"Hemos pedido prestado dinero antes. Continuamos pidiendo prestado dinero, pero lo devolvemos".

Ella omitió algunas cosas. Deuda significa pagos por intereses e impuestos más altos en el futuro. También implica inflación cuando la Reserva Federal imprime dinero para reducir el valor real de la deuda. Pero los políticos están confiados en que ellos puedan gastar sabiamente billones de tus dólares. La arrogancia de la clase política es impresionante.

NOTAS

*"Mientras más planifica el Estado, más difícil le resulta a los individuos planificar", dijo el premio Nobel en economía Friedrich Hayek.

La generación de incertidumbre por parte de los gobiernos como forma de retrasar la recuperación económica es lo que sucedió en la Gran Depresión gracias a las actuaciones de Roosevelt, que sumieron a la economía en lo que Robert Higgs llama "régimen de incertidumbre".

Artículo publicado por John Stossel originalmente en The Freeman Ideas on Liberty. Stossel es co-presentador del programa 20/20 en ABC News y autor de Myths, Lies and Downright Stupidity: Get Out the Shovel -Why Everything You Know is Wrong. Copyright 2009 by JFS Productions, Inc. Distributed by Creators Syndicate, Inc.

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