ZP continúa mareando la perdiz delegando la que tal vez sea la reforma prioritaria de nuestra economía a unos sectarios sindicatos que no vacilan en tildar de "sicario" a quien rechaza una huelga general en esta situación de emergencia nacional.
EDITORIAL
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Agal dijo el día 29 de Mayo de 2010 a las 19:56:
Además de liberalizar nuestra economía, hay otros principios muy antiguos, pero que siguen siendo válidos: Ahorro y Productividad.
El ahorro no es solamente de los particulares, sino, que en esta contingencia debe de ser inicialmente del sector público. Si los ingresos disminuyen, los gastos tienen que disminuir en mayor proporción. Pero tanto el estado central, como las CCA y los ayuntamientos, están en una espiral sin fin de endeudamiento, demostrando día a día que España no tiene capacidad económica para mantener el sistema político salido de la Transición.
Por otra parte, un país con el objetivo sistemático del mínimo esfuerzo, es imposible que alcance las líneas de productividad precisa para competir en los mercados internacionales. Si no hay una contratación, más libre, una mayor posibilidad de primas a la productividad, dentro de una economía global, no tenemos nada que hacer.
Además de liberalizar nuestra economía, hay otros principios muy antiguos, pero que siguen siendo válidos: Ahorro y Productividad.
El ahorro no es solamente de los particulares, sino, que en esta contingencia debe de ser inicialmente del sector público. Si los ingresos disminuyen, los gastos tienen que disminuir en mayor proporción. Pero tanto el estado central, como las CCA y los ayuntamientos, están en una espiral sin fin de endeudamiento, demostrando día a día que España no tiene capacidad económica para mantener el sistema político salido de la Transición.
Por otra parte, un país con el objetivo sistemático del mínimo esfuerzo, es imposible que alcance las líneas de productividad precisa para competir en los mercados internacionales. Si no hay una contratación, más libre, una mayor posibilidad de primas a la productividad, dentro de una economía global, no tenemos nada que hacer.