Es decir, que la gente empieza a darse cuenta de cuales son los objetivos generales de los políticos (ladrones): engañar a los imbéciles de los ciudadanos, sacarles su dinero y repartírselo en concomitancia con sus partidos, auténticas cuevas de ávidos esquilmadores. Estos ciudadanos robados y endeudados por varias generaciones, se romperán la cara por correr a votar, con el pensamiento de que "los míos no son así y tienen que ganar"; efectivamente al poco tiempo se vuelven a dar cuenta que los suyos son iguales que los otros y piensa: “este absurdo tiene que acabar”. Estamos ante las puertas de una nueva revolución, que puede comenzar por la desobediencia fiscal, base primaria, para que los ladrones no tengan botín para repartirse, ni para cumplir con los organismos internacionales que han montado políticos de su misma ralea: UE, FMI, etc.
Alemania no sólo es el ejemplo de como se deben hacer las cosas sino de como se ha de votar y como se ha de pensar.Hace un tiempo escuché una conferencia sobre si era necesario "alemanizar europa"y ahora más que nunca me parece que es el único camino decente que tenemos para recorrer.