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Jaime de Piniés

Riesgo país que no cede

El escollo que sí tenemos es un Gobierno que no se da por aludido, ni a estas alturas de la partida. España tiene escasos meses para rectificar y hacerse dueña de su destino.

El diferencial con Alemania ha llegado a los 275 puntos básicos, el primer día hábil después de la reunión del presidente Rodriguez Zapatero con los representantes de las empresas más importantes de España. Es decir, la foto no ha servido para calmar a los mercados. Lejos de ver en la reunión de la Moncloa un punto de inflexión en la presión internacional sobre la economía española, los mercados se centran en otros dos factores de mayor interés.

En primer término, este fin de semana se ha consolidado el criterio Merkel mediante el cual se exigirá, a partir de 2013, que todos los agentes aporten su granito de quita en el supuesto de una suspensión de pagos o bien de la quiebra de un Estado miembro de la Unión Monetaria Europea. Se nos dice que será caso por caso. Ahora bien, se ha sentado el principio del "haircut", ¡al barbero! Y mientras, los mercados no se han achicado, elevando el coste de endeudamiento a todos los países de la periferia de Europa.

Pero en el caso de España ha habido un hecho diferencial que borra cualquier imagen amable con foto desde la Moncloa. La Comisión Europea, el baluarte y defensor de la social democracia en Europa, acaba de tirar por tierra las previsiones del secretario de Estado de Economía, el Sr. Campa y de su jefa, la Sra. Salgado. El recorte es mayúsculo puesto que la Comisión sentencia que el crecimiento de la economía española solo será la mitad de lo que prevé el Gobierno del Sr. Rodriguez Zapatero en 2011. La variación es del 0,7% versus el 1,3% del crecimiento del PIB. ¿Una pelea de calvos por un peine? Lamentablemente, no. Esas décimas de crecimiento en el 2011 implican un punto más de parados y un déficit público que se aleja de la senda comprometida por el Sr. Rodriguez Zapatero. Según la Comisión Europea, dirigidos en esto por quien fuera candidato del PSOE para la Presidencia del Gobierno, el Sr. Joaquín Almunia, España se aparta peligrosamente del camino de un déficit público que, puede incluso, llegar al 3% del PIB en el 2013. Lo que implica una posible desviación en más de un punto del camino deseado para el año 2011. ¿Importa esto? Pues en la Europa de la Sra. Merkel sí, puesto que pretende equilibrar el déficit público alemán, es decir, alcanzar un déficit cero en 2016. Pretensión alemana y de la Sra. Merkel que merece una serie de comentarios y que realizaremos en un futuro.

Dicho todo lo anterior, queda meridionalmente claro que, tal y como vienen dadas las cosas, el Gobierno de Rodriguez Zapatero simplemente no está a la altura de las circunstancias que atraviesa nuestro país. Por supuesto que se puede combatir una pérdida de confianza por parte de los mercados financieros internacionales basándose en la solvencia de la economía española, en mi opinión, más que demostrada. España no tiene los problemas de Grecia, hasta la fecha nunca se había mentido tan descaradamente, tampoco tenemos la rémora bancaria de Irlanda; pese a que las cajas de ahorro representan la mitad del sistema financiero español, no son éstas tan grandes como la banca irlandesa en relación al país celta. Y tampoco tenemos una economía poco diversificada y con menor potencial de crecimiento, hoy por hoy, como es el caso de Portugal. Sin embargo el escollo que sí tenemos es un Gobierno que no se da por aludido, ni a estas alturas de la partida. España tiene escasos meses para rectificar y hacerse dueña de su destino. Pero al ritmo que vamos, los mercados nos marcan y seguirán marcando el paso y esto conduce inexorablemente a pasar a ser un protectorado, afectando con ello a una generación completa de españoles. Triste realidad que lleva nombre y apellido.

En Libre Mercado

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