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Sin dinero, se acaban los "derechos sociales"

Una vez hemos descubierto que el rey está desnudo y que las prestaciones de desempleo no son un derecho sino una renta que financia coactivamente cada trabajador de su bolsillo, no hay motivo alguno para que no se proceda a su privatización.

loboe dijo el día 20 de Febrero de 2011 a las 13:44:

Senex:

Vaya por delante que no estoy especialmente satisfecho de mi primer comentario -aunque no me desdiga de él-. El motivo es que escribí sin meditarlo y demasiado rápido -tenía que salir y mi mujer estaba esperándome en la puerta con el bolso en la mano y una justificada mala cara-. El caso es que me salió demasiado "radical" y además, creo que debería haber añadido alguna clarificación adicional, así que intentaré enmendarlo.

En primer lugar, una vez leído con más detenimiento su comentario, creo que entiendo su postura aunque no la comparta. Precisamente, en aras de esa gravedad de nuestra situación económico-social que usted señala, tal vez -digo tal vez-, se haga precisa un cirugía "radical" en lugar de seguir con la terapia de paños calientes actual.

En segundo lugar, esa propuesta suya de "desplazar la posición entre ambos sistemas hacia el extremo del socialismo" viene a significar, aunque dicho con otras palabras, más de la misma medicina que nos ha conducido a la "delicada" posición actual -otro eufemismo, porque no creo que sea delicada sino gravísima-. Así que lo de apagar el fuego con más gasolina no creo que sea precisamente una buena idea.

Además de la señalada, utiliza otra de las palabras "mágicas" de la progresía -no digo que usted lo sea- y me refiero a "solidaridad"; palabro este del que se usa y abusa como un mantra que sirve de tapadera y justificación para todas las tropelías a que nos tienen acostumbrados estos repartidores de dineros ajenos.

Ocurre que la solidaridad, para que sea tal, debe ser *voluntaria*, de forma que ese expolio obligatorio a que usted se refiere no puede ser calificado como tal y aunque pudiera ser práctica admisible en el Bosque de Sherwood, no debería serlo en un país civilizado. Además, créame, la mayoría de los Españoles somos bastante solidarios cuando llega el caso y solo habría que dejar a Cáritas hacer su trabajo.

En cualquier caso, sospecho que la solución será la que usted propone. Pero me temo, que como esta panda de ineptos signa practicando la solidaridad con nuestros dineros, vamos a terminar todos rebuscando en los contenedores de basura.

bremon dijo el día 19 de Febrero de 2011 a las 21:23:

Creo, y no soy economista, que hablar de autofinanciación como derecho al desempleo, es decir, de poderla elegir hoy, frente a la forzada oficial, a nadie le puede resultar más que una teoría inaplicable dadas las circunstancias de paro y de unos salarios que van a la baja.
La sociedad no puede sostener ese derecho oficial si no resuelve antes el problema la renta individual, y resuelta esta sí que sería el momento de aceptar la oficial o la de compañias aseguradora privadas.
Por ello y vista la experiencia de los gobiernos socialistas, que gastan desorbitadamente más de lo que se ingresa, resulta irracional que en pleno siglo veintiuno puedan con demagogía seguir engañando a tantos durante tanto tiempo.
No se trata de ser de derechas o de izquierdas, borremos ya esas palabrejas, lo inteligente es ver los resultados históricos y finales de esas distintas esperiencias y elegir con la mente y no con los odios políticos alimentados intencionadamente solo para llegar al poder.

Rebel dijo el día 19 de Febrero de 2011 a las 20:29:

Sin crecimiento nada es viable.

¿Por qué no utilizar las inversiones públicas para crear vivienda social y colocarla a precio de costo para el estado?

Se levantaría la construcción, se acabaría con la especulación, se crearía empleo, se desmitificaría la cuestión de la vivienda y bajarían los precios de todo el mercado inmobiliario. El estado recuperaría la inversión y creceríamos.

Hablo de gran cantidad de viviendas y de inversión contínua, obviamente.

¿Una tontería? No lo creo.

No es que sobren viviendas vacías, es que son tan caras que un trabajador -español o inmigrante- sin patrimonio no puede acceder a ellas, sin ponerse él y su familia en grave situación y no hay que olvidar que impuestos como el de "transmisión patrimonial" -que todavía está vigente en muchos sitios- van claramente en contra de la acumulación de capital de los trabajadores, no de los ricos.

El estado puede acabar con la especulación inmobiliaria y si no lo hacen es porque no quieren. Las cajas de ahorros que se coman sus "pisitos".

Senex dijo el día 19 de Febrero de 2011 a las 20:07:

Oboe: Nunca deja de divertirme el contraste entre nuestras pretensiones y nuestros logros. Lo digo a cuento de que precisamente yo creía estar dirigiéndome a personas de cierta cultura y que piensan. Vd. me ha hecho notar que más bien parecía que discurseaba, utilizando trucos dialécticos, en un mitin de izquierdas. Yo nunca, por mí mismo, lo hubiera pensado. Me ha dado la risa. Gracias por ello.

ulisesga dijo el día 19 de Febrero de 2011 a las 20:02:

Sea como fuere, de toda crisis salen valores nuevos, nuevas ideas para afrontar el futuro, garnatía de futuro para nuestros nietos e hijos, un mundo siempre, mejor que el de hoy, es un reciclaje continuo, es ley de vida. El problema es que puede que no hayamos entrado aun en el tunel de la mutación. Todo es bueno, la renovación es buena, solo que nosotros bajo nuestros humanos y egoistas puntos de vista le ponemos mote; esto es un rollo, no hay salida, esto no me gusta.... pero todo es bueno y pasados unos años será mejor, seguro que surgirán nuevos valores en espiritualidad, amor, concordia, caridad, fraternidad y esas cosas de las que ahora andamos pasando olimpicamente, pero que son intrinsecas a nuestra condición de seres humanos.

loboe dijo el día 19 de Febrero de 2011 a las 18:34:

Senex:

Desde el punto de vista filosófico-dialéctico, me ha encantado la soltura y elegancia con que resuelve el asunto. En concreto, cómo para desaprobar algo que evidentemente no le gusta, le basta aproximarlo a un "liberalismo radical" con la que no puede participar "en razón precísamente de su radicalidad".

Aquí el truco está en utilizar la palabra mágica; en este caso, "radicalidad", lo cual, como argumento dialéctico en un mitin de izquierdas es bastante aceptable. Pero en un foro de gentes que piensa y de cierto nivel cultural, su validez es prácticamente nula.

Senex dijo el día 19 de Febrero de 2011 a las 16:39:

Superval, no me he debido de expresar bien. Nada de lo que he escrito se opone, en esencia, a su comentario posterior, que, en general, comparto. Por desgracia, antes que progresar hay que sostenerse -los individuos y las sociedades-. Para que se sostenga la nuestra, habida cuenta del punto de inestabilidad al que hemos llegado, hay que incidir en la solidaridad entre sus miembros, sin renunciar al progreso, para el que las políticas de orientación liberal, cuando y en lo que sean posibles -y no lo creo que ahora lo sean en el seguro de desempleo-, son más eficaces. Como la tarea de compatibilizar ambas políticas se me antoja muy difícil, si no imposible, deseo, escépticamente, que pronto tengamos gobernantes con capacidad, honestidad y voluntad de arrostrarla.

superval dijo el día 19 de Febrero de 2011 a las 13:25:

Para #1. La ventaja decisiva del liberalismo frente al socialismo es su capacidad de generar riqueza y empleo, con lo que su última afirmación no cabe en un sistema liberal. Sin llevar las cosas al extremo, puesto que la economía está al servicio del hombre y no al revés, el liberalismo es muchísimo más eficaz que el socialismo para hacer próspera a una sociedad.

KingCreo dijo el día 19 de Febrero de 2011 a las 12:25:

Senex: totalmente de acuerdo con usted. Ahora nos proponen seguro contra el desempleo. Súmese a seguro de enfermedad, jubilación, hogar, automóvil, defunción y vaya usted a saber que más, y está claro que estos deben ser accionistas de las aseguradoras ...

Senex dijo el día 19 de Febrero de 2011 a las 11:05:

Tengo entendido que la oposición decimonónica entre los sistemas económico-sociales liberalismo y socialismo, en su versión radical, estaba sobrepasada en nuestro mundo occidental actual, y que, en diferentes grados, según sus circunstancias específicas, tanto estructurales como coyunturales, en todos los países de nuestro entorno cultural el sistema participaba del uno y del otro modelo. Me ha parecido apreciar en el artículo editorial la defensa de una tesis, extensible a las pensiones, la sanidad, la educación, etc., demasiado cercana al liberalismo radical, con la que no puedo participar, en razón precísamente de su radicalidad, y habida cuenta de la gravedad de nuestra particular situación económico-social, de la que no se prevé la salida en mucho tiempo, -que obligaría, creo yo, a desplazar la posición entre ambos sistemas hacia el extremo del socialismo; es decir, de la solidaridad en el ámbito nacional-. Por otra parte, sería igualmente acertado el decir que "sin dinero, se acaban los derechos sociales y los contractuales". Es mi parecer que con nuestras tasas de desempleo, especialmente el juvenil, un sistema privado y puro de seguridad social tiene muy corto recorrido; o mejor dicho, es inviable.