La gran mayoría de los 8.112 ayuntamientos españoles tienen, en estos momentos, dos gravísimos problemas: uno coyuntural fruto de la burbuja inmobiliaria y otro estructural, sus ineficiencias. Ambos llevan a unos déficits y a un sobrecoste anual de más de 10.000 millones de euros. Lo peor es que a pesar de lo que dicen los políticos, en el fondo nadie parece tener interés en enfrentarse al tema, pues en el último momento se salva el peligro endeudándose más. Problema similar al que el país tiene con las Autonomías.
En un reciente debate en el Foro Arrupe sobre "Financiación y sobrecoste de las entidades locales" D. Ramón Marcos, autor con D. Jaime de Piniés, de un estudio que trata de medir la eficiencia de las entidades locales, puso de relieve una estimación de costes excesivos fruto de los dos problemas citados.
La crisis ha afectado profundamente la economía de las entidades locales pues al reventar la burbuja inmobiliaria ni hay transformación de terrenos de rústicos a urbanizables, ni hay entradas por licencias de obras o habilitación de viviendas etc. Por otro lado, las entidades locales han ido ampliando estructura y servicios en la bonanza y muchos están afectados, además, por su ubicación en zonas turísticas por la necesidad de contar con infraestructuras y servicios infrautilizados durante gran parte del año. Además están sobrecargadas sus nóminas por esta causa, sin poder introducir demasiados factores de temporalidad.
Pero el mayor problema es el de la ineficiencia fruto de varios factores. De ellos el de mayor impacto es que en España tenemos funcionando en este momento 8.112 municipios. El 84,1% (6.821) tiene menos de 5.000 habitantes, en los que residen 6 millones de personas y el 11,2% (907 municipios) tienen entre de 5.001 a 20.000 habitantes. Es decir, en total el 95,3 por ciento de los municipios tiene menos de 21.000 habitantes, cifra donde empieza a ser difícil funcionar sin tener enormes ineficiencias. Una vez más, cuando los demás países están enmendando el camino y hacen frente a sus problemas, en España seguimos con alegría como si nada pasase. Ya antes de la reunificación, entre 1960 y 1978, Alemania puso en marcha un amplio programa de política de racionalización y hoy en día: el país reunificado tiene 8.414 municipios con una población de de 82,3 millones de habitantes cuando nosotros solo tenemos 47 millones. Francia tiene 2.609 mancomunidades obligatorias de municipios con servicios comunes.
Sumando la estimación de costes excesivos para los capítulos de personal y servicios de funcionamiento interno de los 40 principales ayuntamientos se llega a una cifra de posible ahorros de 6.211 millones de euros, aproximadamente el 0,6% del PIB nacional y si se procede a una racionalización de los municipios con una población por debajo de 20.000 habitantes se superarían con creces los 10.000 millones.
Los ayuntamientos gastan demasiado y no por eso la apreciación de los ciudadanos es que el que más gasta tiene mejores servicios; además se podrían obtener economías de escala. Pero, ¿quién impulsa una racionalización? Está demostrado que ningún partido político tiene interés en "abrir el melón" y tratar de reducir los municipios, que son una herramienta para financiar sus actividades desde los más variados ángulos.