El aeropuerto sin aviones de Castellón a través de la sociedad pública Aerocas (empresa promotora) ha sacado a concurso el contrato de control de la fauna y desalojo de aves y animales terrestres, con un presupuesto de 456.521 euros y una duración de tres años para controlar por tierra y aire las inmediaciones del aeropuerto. Halcones y hurones serán los encargados de controlar los alrededores para evitar la entrada de animales que puedan poner en peligro las maniobras de despegue y aterrizaje de los aviones.
Un aeropuerto que, tras una década de proyecto y una inversión de 151 millones de euros, pese a que fue inaugurado el 25 de marzo de este año, no está aún operativo y se ha aplazado por la Generalidad Valenciana su apertura a la primavera del 2012.
Según recoge el pliego de condiciones de la concesión, las condiciones geográficas y meteorológicas del lugar donde están ubicadas las instalaciones de Vilanova-Benlloch hacen "imprescindible que, por el sistema que se considere más idóneo, se proceda al control de la fauna". La empresa adjudicataria del contrato deberá estar especializada en este tipo de trabajo y prestar sus servicios durante los periodos de vuelo a lo largo de los 365 días del año.
Para controlar la superficie de 542,3 hectáreas que ocupa, terreno en le que se tiene previsto alargar la pista a 4.000 metros de longitud, el equipo de control de la fauna terrestre estará formado por un huronero con experiencia acreditada y que posea, al menos, ocho hurones. El grupo de desalojo de aves lo integrarán tres expertos en cetrería que deben contar con un mínimo de ocho rapaces, ubicadas de forma permanente en las instalaciones aeroportuarias de Castelló.
Según Aerocas, la experiencia en otras instalaciones demuestra que la utilización de halcones adiestrados hace descender "considerablemente" el número de aves en las proximidades de las pistas de vuelo, si bien se trata de un servicio especializado para el que el aeropuerto no tiene medios ni personal capacitado.