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Los libros de Educación para la Ciudadanía mantienen sus ataques a los empresarios

Los textos de la asignatura creada por Rodríguez Zapatero no cambian su actitud anticapitalista y su defensa de la intervención del Estado.

Desde el comienzo, Educación para la Ciudadanía (EPC) ha sido una asignatura muy polémica. José Luis Rodríguez Zapatero defendió su introducción como medio para transmitir los valores de una sociedad democrática. Sin embargo, muy pronto generó críticas, puesto que puede que no todo el mundo comparta los valores del actual presidente del Gobierno.

En sus primeros años, las principales protestas vinieron por el lado religioso y social. Algunas asociaciones aseguraban que la visión de la familia, la sociedad, la educación de los hijos o la sexualidad no eran conformes a su ideario. Este tipo de acusaciones generaron un encendido debate entre el Ejecutivo y sus detractores, a los que aquél acusaba de estar fuera de los tiempos. Pero este ruido también provocó que otras cuestiones quizás más importantes pasaran desapercibidas, especialmente aquellas que tenían que ver con la economía.

EPC tiene una buena parte de su contenido dedicado a cuestiones que, de una forma u otra, tiene mucha relación con la economía. De esta manera, se habla de impuestos, del Estado del Bienestar, del mercado, de la globalización, de los servicios públicos, etc... En esta materia, como en otras, los padres se encuentran en manos del manual que haya sido escogido por el colegio. En lo que se refiere a la economía, los hay más o menos inclinados hacia el intervencionismo pero, según denuncia la Asociación Madrileña de la Empresa Familiar, prácticamente todos los libros de texto que se manejan mantienen alusiones negativas al mercado, al capitalismo o al empresario. Los padres liberales españoles están pagando con sus impuestos un adoctrinamiento contrario a sus principios.

La Asociación Madrileña de la Empresa Familia publicó en 2010 un informe sobre los contenidos de estos libros. Un año después, nada ha cambiado. Libertad Digital ya informó hace doce meses del peligro que había en el currículo de esta asignatura. Los siguientes son sólo dos ejemplos, los de los libros más beligerantes y anti-capitalistas que pueden encontrarse en los institutos españoles.

Editorial Mc GRaw-Hill: el caso de esta editorial es realmente curioso, porque es una de las líderes en la publicación de libros sobre empresa y economía. Grandes manuales universitarios de estas materias, escritos por algunos de los mejores economistas del mundo, son comercializados por Mc Graw Hill. También en el ámbito del marketing, la gestión empresarial o las ventas, los textos de esta compañía están entre los más demandados. Sin embargo, en su libro de texto de EPC ataca al empresario y al capitalismo. Alguien podría decir que está tirando piedras contra su propio tejado. Éstos son dos párrafos sacados de sus manuales (pueden encontrar más ejemplos en el artículo publicado hace ahora un año):

  • "...incluso en las democracias actuales, existen numerosas instituciones y organismos que en lugar de favorecer la autonomía y la libertad, hacen lo posible por manipular y controlas la voluntad de las personas(...) En la actualidad, ciertas organizaciones poderosas (empresas multinacionales, grandes bancos, determinadas sectas y religiones, magnates de la industria cultural, etc.) utilizan la enorme influencia de los mass media para difundir valores, ideas y costumbres que favorecen sus intereses".
  • "¿Has oído la palabra deslocalización? Como sabes, debido a la globalización, el capital y las mercancías circulan libremente por todo el mundo (...) ¿Para qué lo hacen las empresas? Para obtener mayores ganancias, pues en los países de menor nivel económico los salarios son más reducidos, la legislación suele permitir jornadas más largas y los obrero son menos reivindicativos. Esta situación perjudica extraordinariamente a los trabajadores de los países desarrollados. ¿Por qué? Porque si las empresas se van aumenta el paro y, porque ante esta posibilidad, se ven obligados a moderar y reducir sus reivindicaciones, conformarse con salarios más bajos, e incluso a veces, a renunciar a ciertos derechos que tenían adquiridos con anterioridad"

Editorial Almadraba: En el caso del libro de esta editorial, los ataques al capitalismo son mucho más directos. De hecho, el lenguaje empleado podría calificarse de marxista, con referencias a los clásicos términos de la izquierda anti-mercado: "plusvalía, alienación del obrero, opresión..."

  • Además, la dependencia de los obreros frente a los capitalistas debilitaría sus posibilidades de realización profesional y personal, promoviendo su alienación o embrutecimiento. Para evitar esa situación se necesita que los obreros adquieran conciencia de clase y se organicen revolucionariamente, es decir, que comprendan que solo recuperarán su dignidad como hombres y trabajadores cuando acaben con el capitalismo como estructura social opresora.
  • "La sociedad de consumo persigue no tanto la producción de mercancías que satisfagan necesidades vitales como la creación de necesidades superfluas que sean satisfechas mediante mercancías sometidas a una tasa de obsolescencia vertiginosa. Es decir, se crean intencionadamente productos –electrodomésticos, vehículos, indumentarias...- que durarán menos tiempo del que podrían durar si se consideraran la calidad o la durabilidad como valores que se deben conseguir".

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