Los planes de pensiones garantizados son uno de los productos más comercializados por las entidades en los últimos tiempos y los más contratados por aquellos que quieren que su capital esté protegido, mientras reciben una rentabilidad fija y garantizada. Es precisamente esta garantía lo que más atrae a los clientes en un momento económico en el que rentabilizar nuestros ahorros con interesantes beneficios está sujeto a cierta inseguridad.
La garantía de los planes de pensiones garantizados
Los planes de pensiones garantizados están sujetos a una serie de condiciones: el partícipe deberá mantener el capital durante un tiempo determinado, durante el cual, no podrá retirar el dinero y en el que recibirá unos intereses fijos. La garantía tendrá validez mientras el partícipe mantenga su dinero en el plan de pensiones hasta su vencimiento.
En caso de querer retirarlo, por algún tipo de contingencia grave como enfermedad grave o desempleo de larga duración, o bien porque decide trasladar su plan a otra entidad, perderá la garantía y tendrá que estar dispuesto a asumir una posible pérdida de rentabilidad al vender las posiciones al precio del mercado.
Al contratar un plan de pensiones garantizado debes tener en cuenta que, para disfrutar de una buena rentabilidad y de la garantía debes mantener el capital hasta el vencimiento.
Rentabilidad de los planes de pensiones garantizados
Especialmente pensados para un perfil conservador, los planes de pensiones garantizados no cuentan con la rentabilidad más alta del mercado de productos de ahorro a largo plazo, pero a cambio cuentan con el capital garantizado a vencimiento.
La contratación de los planes de pensiones garantizados debe realizarse en los años próximos a la jubilación (entre los 50 y los 60 años), cuando más se necesita garantizar los ahorros ganados a lo largo de los años, manteniendo una rentabilidad sin riesgos.
En el caso de personas jóvenes que quieran contratar este tipo de producto de ahorro, puede hacerlo a corto plazo, para sortear posibles inestabilidades económicas y luego volver a un producto más rentable cuando venza el contrato.
Los planes de pensiones garantizados invierten en valores de renta fija pública y otras emisiones del mercado español con elevada solvencia y calificación crediticia, por un periodo largo que puede llegar hasta los diez años. La rentabilidad no superan normalmente el 3% de interés anual y el capital estará garantizado en todos los casos.
A esta interesante rentabilidad le acompañan los beneficios fiscales propios de todos los planes de pensiones, independientemente de si son garantizados o no. El capital de las aportaciones realizadas durante el año supone una interesante desgravación en nuestra Declaración de la Renta: hasta 10.000 euros anuales hasta los 50 años y 12.500 para los que hayan superado esta edad.
Por otro lado, el partícipe podrá recuperar el dinero cuando llegue a la jubilación en una cuota única o en forma de renta, eso sí, tributando como rentas del trabajo.
Aumento de los planes de pensiones garantizados
La contratación de planes de pensiones garantizados ha crecido en estos últimos meses del año, según el Observatorio Inverco. Un 93% de los ahorradores apuesta por los garantizados seguidos de los de renta fija y los planes de pensiones mixtos, un aumento motivado por la constante situación de crisis que no incita a invertir en productos más arriesgados, sino a la protección de nuestro capital principal, al menos, hasta que no cambie la situación en los mercados.
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