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pros y contras de cada alternativa

Productos de ahorro: ¿pagarés o depósitos?

Los pagarés son una fórmula perfecta para eludir las normativas y recuperar el pasivo perdido.

Los pagarés se han instalado con fuerza en la oferta de productos de ahorro. Los bancos y cajas siguen buscando captar el dinero del ahorrador medio con un instrumento que sortea hábilmente la restricción de las altas rentabilidades para depósitos de la más que sonada Ley Salgado. Los pagarés son una fórmula perfecta para eludir las normativas y recuperar el pasivo perdido.

Diferencias entre pagarés y depósitos bancarios

La moda del pagaré obliga a una exposición de las diferencias, los pros y los contras, con otro producto clásico del ahorro: el depósito bancario. Hay varios aspectos que diferencian a los pagarés de los depósitos.

  • La liquidez. Mientras que los depósitos se pueden cancelar cuando queramos, siempre y cuando abonemos la consecuente comisión por penalización anticipada (que conoceremos de antemano) que reducirá la rentabilidad del producto, los pagarés no los podremos cancelar tan fácilmente; se venden en un mercado secundario, por lo que, no sólo costará más esfuerzo venderlos, sino que nos costará más caro porque podremos sufrir pérdidas inesperadas en la operación según el precio de cotización del momento. Con los depósitos bancarios la penalización por cancelación se aplica sobre los intereses, pero nunca sobre el capital invertido.
  • La seguridad. Los depósitos están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) que garantiza hasta 100.000 euros por titular y entidad, en el hipotético caso de que la entidad bancaria quiebre. La única garantía de los pagarés es la solvencia del banco o caja.

Recomendaciones antes de contratar

Antes de decidirnos por contratar un pagaré bancario, debemos de analizar la salud financiera de la entidad emisora, ya que será la solvencia de ésta nuestra única garantía sobre el capital que invertiremos. Compara todas las ofertas, podrás encontrar pagarés que superan el 4%, todo dependerá del banco que los emita, generalmente los más solventes son los que ofrecerán mejores intereses.

Recuerda que no vas a poder vender tus pagarés a no ser que asumas un cierto riesgo con posibles pérdidas. Así que si quieres contratar, ten seguro que no vas a necesitar el capital invertido durante todo el tiempo que dure su contrato. En caso de necesitarlo, ten en cuenta que el pagaré tendrás que venderlo al precio que se imponga en el mercado secundario y que podrías perder capital invertido.

También tendrás que asumir una mayor inversión. La aportación mínima para invertir en pagarés suele ser superior a los depósitos.

En conclusión: ¿es aconsejable un pagaré bancario?

Los pagarés son productos más arriesgados para el inversor medio y que nos obligan a una reflexión mayor antes de contratarlos, ya que traen consigo una serie de particularidades que pueden no ser beneficiosas para según qué perfil de cliente. La rentabilidad del pagaré y la fortaleza de la entidad financiera que los emite es vital para decidirse.

Si al utilizar un comparador de depósitos, encontramos un producto que iguala la rentabilidad de un pagaré, siempre será más seguro contratar el depósito. Todo es cuestión de valorar condiciones y las posibilidades que nos ofrezcan más beneficios, se encuentren acorde con nuestras expectativas de intereses, no ofrezcan demasiados costes en comisiones y representen una buena alternativa de inversión en relación con otros productos del mercado.

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