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¿Cuáles son los zapatos adecuados para un economista?

El economista no ha de ponerse los zapatos del trabajador, ni los del capitalista, ni los del político, ni los del especulador, ni los del banquero, ni los del terrateniente ni los del parado. Ha de vestirse con los zapatos del economista.

Retablo dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 23:49:

turgot, no entiendo qué tendrá que ver si conozco o no la escuela austríaca con lo que he escrito, o el tema del artículo.

Lo que yo digo es que hay toda una serie de objetivos, y que éstos se clasifican por orden de importancia. El modo en que se clasifican conforma un patrón de valoración. Así, un modelo económico puede pretender que el liberalismo genera riqueza, y en condiciones de alcanzar a todos, lo cual podría ser un objetivo deseable. Pero para un modelo socialista, en cambio, los objetivos prioritarios son otros. Un economista podrá explicar asépticamente. Pero si trata de valorar o aconsejar, tiene que hacerlo en función de una clasificación de objetivos y valores. Y siendo evidente que no se puede tener todo en cualquier medida, sino que hay que sacrificar unas cosas para conseguir otras (el trabajador sacrifica un tiempo de su vida a cambio del salario, por ejemplo), toda la cuestión está en descubrir la ecuación que sacrifica cada cosa en su "justa medida" -o sea, en la medida de la clasificación de valores y objetivos que asumamos.

Y todo eso que digo, es independiente de si conozco o no la escuela austríaca, o de lo que predique ésta.

flagusti dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 23:18:

Nota sobre frase incompleta.
en el post 2, debe decir: la “wertfreiheit” weberiana no es posible en las ciencias sociales.

flagusti dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 22:03:

2. Dice usted “que pedir que los economistas dejemos de ser observadores externos e imparciales […] equivale a exigir que retorzamos nuestros análisis para justificar que los intereses particulares de unos agentes primen y se impongan sobre los del resto”. El trabajo del economista o mejor dicho de aquel que realiza teoría económica consiste en “observar”, con esta palabra presuntamente aséptica se desliza subrepticiamente la idea de objetividad. Parece que la observación es garantía de objetividad científica. Se habla de hechos y de “hechos observacionales” [recuérdese la critica popperiana a Carnap]como datos inapelables, olvidándose que los hechos son siempre hechos interpretados desde una teoría o una ideología, es decir, no existen "hechos brutos" sino hechos interpretados por el sujeto y siempre desde una determinada teoría. Es más, los llamados “hechos” son una construcción humana no una realidad natural. El propio "bosón de Higgs" es una construcción de la teoría física que parece haberse verificado experimentalmente. Pero en realidad ¿qué es lo que se comprueba experimentalmente? Una teoría o una concepción de la física. ¿Hasta qué punto esa teoría entra en contradicción con otras teorías diferentes? eso es cosa que han de dirimir los físicos. Igualmente, los datos económicos construidos son interpretados siempre desde una teoría económica previa en el seno de la cual adquieren un sentido u otro, la “wertfreiheit” weberiana. Los construcciones teóricas de los economistas como las de su escuela en realidad no hacen economía descriptiva sino economía normativa haciendo pasar la segunda como si fuese la primera. La teoría ECONOMÍA NORMATIVA prescribe cómo DEBEN ser las cosas y prescribir tiene poco de científico. Las ciencias sociales ni por aproximación pueden ofrecer verdades absolutas y mucho menos pueden permitirse el lujo ni la impostura de llamar ciencia a lo que es pura ideología.

flagusti dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 22:02:

1. Es una vieja discusión en la epistemología de las ciencias sociales: Sociología, Economía, Antropología, Ciencia Política, etc. Distinguir entre un PUNTO DE VISTA INTERNO y un PUNTO DE VISTA EXTERNO , lejos de ser excluyentes ambos son igual de necesarios. Ejemplo del Punto de Vista Externo: un sociólogo o un antropólogo que traten de informarnos y explicarnos las instituciones sociales y las prácticas sociales más relevantes de la sociedad Yemení pongamos por caso. Puede afirmar que estas gentes tienen una práctica social consistente de arrodillarse cinco veces diarias mirando hacia una determinada posición geográfica. Pueden indicarnos que dentro de la institución que nosotros llamamos matrimonio las mujeres son canjeadas por cabras o camellos y/o dinero, en fin pueden describir distintas instituciones sociales de esa sociedad sin ASUMIR, REALIZAR O VALORAR esas prácticas sociales. Por el contrario el Punto de VISTA INTERNO es el del PARTICIPANTE en esas prácticas e instituciones, el que las asume y las acepta porque aceptación implica legitimación de la práctica o de la institución aceptada por quien participa en ella. Esta aceptación puede atribuir un significado a las instituciones y prácticas sociales. Ambos puntos de vista son complementarios y en modo alguno excluyentes y afectan también a las disciplinas económicas. En principio sólo si adoptamos el Punto de Vista Externo podremos formular y elaborar críticas. La cuestión es si se pueden separar ambos puntos de vista cuando uno es, a la vez observador y participante cuando precisamente esa es una característica distintiva de las ciencias sociales. En estas él sujeto es parte del propio objeto, por decirlo con palabras más rigurosas el sujeto gnoseológico es parte del propio campo operatorio de la ciencia, por decirlo con sus palabras “los zapatos” son parte de la propia ciencia. Tal planteamiento no es otro que el que partiendo del segundo Wittgenstein y de P. Winch se prolongará a Popper y Khun con matices y será ampliado por el racionalismo crítico de H. Albert y por la filosofía analítica anglosajona de los últimos años.

flagusti dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 22:01:

En esta ocasión no habla usted de economía sino de los límites y las condiciones de posibilidad de los estudios empíricos en Economía, es decir, de varios problemas metaeconómicos o epistemológicos. Esto le lleva a plantearse cuestiones comunes o metateóricas propias de las ciencias sociales. 1. Punto de vista interno/punto de vista externo; 2. Observación como parte del proceso cognoscitivo; 3. Neutralidad valorativa en las ciencias sociales; 4. Descripción o prescripción, teorías descriptivas frente a teorías normativas y un largo etc. Trataré de sintetizar lo que es materia de muchas páginas.
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turgot dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 19:22:

Amagui, Retablo y Loboe se que vds. no conocen la escuela austriaca de economia, que nada tiene que ver con el resto de paradigmas neoclásicos (fisica social); es más, lo escasamente aprovechable de estos se debe a las aportaciones austriacas, aunque la mayoría de sus representantes lo desconocen; insisto, los Teoria neoclasica actual es metafisica de la mala y parte de premisas y presupuestos irreales e inexistentes que los llevan a conclusiones falsas, como no podría ser de otra manera; es una copia, mala y falaz, de la fisica newtoniana; su "homo economicus" es un ser fantasmagorico e irreal.

Amagi24 dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 16:46:

Es cierto que “quienes critican a los economistas deberían ponerse en la situación del economista y evitar análisis sesgados por sus intereses y por su conocimiento de la realidad”. Pero también los economistas hacen “análisis sesgados por sus intereses y por su conocimiento de la realidad” ya que la economía, como toda ciencia social, no es imparcial valorativamente como las ciencias naturales; la ideología está muy presente, se opina más de economía que de física.

En general, encuentro tres limitaciones al economista:

- Es demasiado inductivista. En su propósito de validez universal, la economía tiene una predilección por formalización; muchas veces ignora la complejidad de la realidad, la evidencia empírica e incluso otros conocimientos como el antropológico o el histórico. Agrega (falsamente) a los individuos en agentes representativos (que siempre actúan con expectativas racionales maximizando su utilidad); esta abstracción servirá para para pasar de la racionalidad individual a la de la economía general pero falta realismo.

- No predice bien. Muy pocos economistas previeron la actual crisis y eso que la evolución económica no se caracteriza precisamente por su estabilidad sino por sus ciclos. Deberían ser más autocríticos, revisar la relación entre hipótesis y datos, no deberían apuntalar teorías dudosas (como la supuesta autorregulación de los mercados financieros) reduciendo su ámbito de aplicación, sacando y poniendo variables al modelo, etc.

- Es algo esotérico. En virtud de su saber hay que intercambiar cosas reales (como subidas de impuestos y tasas o duros recortes sociales y laborales) por otras formales (como la “confianza en los mercados financieros” o “el 3% de déficit”, no el 2% o el 4%).

Saludos.

Retablo dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 16:39:

El economista puede realizar varias labores. Una de ellas es la de constatar lo que sucede, o explicar lo que ha sucedido. Los afectos a una ideología no podrán hacerlo bien, porque verán lo que querrán ver. El economista que no intente juzgar con condicionamientos éticos, será el podrá realizar esas descripciones de la realidad con la mayor objetividad.

Pero cuando tratamos de ver cómo podríamos lograr esto o lo otro (reducir el paro, pongamos por caso), cuando es inevitable juzgar, es imposible hacerlo sin asumir ciertas premisas.

Por ejemplo, una premisa que pocos economistas contradirán, es la de que el incremento del PIB es algo bueno. Y el caso es que hasta ahí podemos admitir que es una premisa lógica... Sin embargo, cuando se da por hecho que ese aumento del PIB es la razón de ser de la economía, y que lo justifica todo, estamos ya adoptando una postura. Economistas que apoyen el "crecimiento cero" evidentemente no asumen las mismas premisas.

Y la diferencia entre unos y otros no está en los modos de alcanzar un mismo objetivo, sino que lo que los diferencia es el objetivo.

Sólo si no juzga, podrá el economista hacer su trabajo sin apoyarse en ninguna premisa. Pero, a poco que se analice, se verá que el economista está casi contínuamente juzgando.

loboe dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 14:25:

Sr. Rallo:

Ya sabe que le sigo con interés y que creo que sus comentarios son generalmente acertados; también en este caso, en que su argumentación me parece irreprochable. Pero aún así, permítame un consejo para usted y para el resto de sus colegas, con el que creo que finalmente podrán hacer de esa disciplina suya una verdadera ciencia (incluya aquí la dosis correspondiente de ironía) al mismo nivel que el resto de las denominadas "exactas", a pesar de que la suya tenga que habérselas con una materia bastante inexacta como es el comportamiento de los terrícolas.

Me refiero a que cuando construyan sus maravillosos modelos y teorías econométricas, procedan como el resto de científicos -los Físicos podrían ser un ejemplo paradigmático, aunque hay otros muchos, como Médicos, Biólogos Etc.- y me refiero a contrastar los resultados del modelo o teoría con la realidad y no proceder al contrario, como parece ser la tónica dominante entre sus colegas, de pretender adecuar la realidad al modelo.

Antes de despedirme, añadir que para llevar a la práctica el consejo anterior, se requieren dos condiciones muy importantes: la primera es una gran dosis de humildad y la segunda, mantener los laboratorios alejados de los políticos. No se puede hacer ciencia en base al consabido 2+2 = lo que usted diga Sr. Alcalde.

Sal2.

Islote dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 12:05:

Sr. Rallo, para cuando un programa sobre economía dirigido por Ud. en L.D.; pero por favor sin ingerencias de los "todolosaben".