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Derribando sofismas

Información privilegiada (III): la alternativa liberal

El principio general que explica el rechazo a la información privilegiada y la predisposición a regularla y castigarla es la idea de la "igualdad".

El principio general que explica el rechazo a la información privilegiada y la predisposición a regularla y castigarla es la idea de la "igualdad".

Estas dos últimas semanas el Dr. Skowron nos ha servido para tratar en cierta profundidad una trama relacionada con la información privilegiada. En la primera parte de la saga, observamos que los incentivos para utilizar IP son tan atrayentes que un reputado médico de Harvard no dudó en dejar la medicina por el mundo de la bolsa. En el siguiente capítulo, analizamos la definición de la información privilegiada por la CNMV y los cuatro elementos que la conforman:

  1. Relacionada con activos bursátiles negociables
  2. De naturaleza objetiva, hechos concretos
  3. No está disponible públicamente y no ha sido comunicada al regulador competente
  4. Su conocimiento por los inversores influirá de forma considerable en la cotización del valor

Cumplir los cuatro requisitos conlleva, irremediablemente, a los tribunales de justicia y, aunque el Dr. Skowron no escatimó en abogados, terminó en prisión.

Dejemos a un lado el caso práctico que nos ayudado hasta ahora para comprender la información privilegiada e intentemos analizarla desde un punto de vista objetivo y teórico. El principio general que explica el rechazo a la información privilegiada y la predisposición a regularla y castigarla es la idea de la "igualdad". Trasladado al mundo de las finanzas, podría exponerse de la siguiente forma: todos y cada uno de los inversores deben disponer de la misma información al mismo tiempo, para que siendo la información simétrica y uniforme puedan operar en igualdad de condiciones. Por lo tanto, aquella información que no esté disponible públicamente deberá ser controlada, porque no permite que los participantes actúen en condiciones de igualdad. El Dr. Skowron sacó ventaja al resto de inversores porque conoció el resultado de las pruebas clínicas del medicamento Albuferon antes de hacerse público.

Regular y castigar el uso de la información privilegiada es la solución adoptada para evitar situaciones donde se pervierte la igualdad de condiciones. En última instancia, es el Estado quien se erige como último garante del fair play en los mercados bursátiles.

¿Cómo actúa el Estado?

De forma directa, imponiendo castigos a su utilización. En muchos casos, los castigos equivaldrán a penas de cárcel, en otros a sanciones o inhabilitaciones para ejercer la profesión. La creatividad de los legisladores es inagotable. La lógica es sencilla: si los casos de información privilegiada no se reducen con la legislación actual, entonces los castigos han de ser más severos. Cuantas más altas sean las barreras –más años en prisión por invertir utilizando información privilegiada – los inversores temerán las consecuencias y por lo tanto no se atreverán a utilizarla. Por fin, se retornará al idílico instante donde todos conocían las mismas noticias en el mismo instante.

La realidad muestra lo contrario, el crecimiento en recursos (tanto humanos como económicos) para perseguir la información privilegiada y la tendencia a endurecer los castigos no han dado como resultado su reducción, sino un aumento en su complejidad y alcance. Otro ámbito donde sucede exactamente lo mismo es en el tráfico de drogas. Es más, toda política que comienza con la palabra War/Lucha es susceptible de caer en esta categoría: Lucha contra la Piratería, War on Terror, Lucha contra el Desempleo, War on Poverty, Lucha contra el Fraude Fiscal, War on Rock n’Roll...

Ineficacia de la regulación

En la oficina del regulador americano (SEC) "Entonces, nuestro trabajo es destapar las tramas de información privilegiada". Hombre sentado "¡Qué va! Nuestro trabajo es echarle la culpa a los Hedge Funds y obviar la realidad". La viñeta es de Stuart Carlson.

El primer hecho fiable que pone en duda la efectividad del Estado para detener los casos de información privilegiada es que, su número sigue creciendo y cualitativamente son cada vez de una envergadura mayor. Bloomberg ha recopilado los más recientes.

Los gobiernos pueden ser extremadamente hábiles para regular multitud de áreas de la sociedad. Sin embargo, cuanto más subjetiva es la naturaleza del objeto a regular, la dificultad para alcanzar su propósito será mayor. La información es subjetiva, dispersa y está sujeta a interpretaciones y valoraciones. El regulador nunca podrá centralizar toda la información existente en el mercado para administrarla homogéneamente. Encontramos ya que cualquier Lucha contra la Información Privilegiada tendrá una tara desde el mismo momento que se apruebe.

Ante el evidente fracaso de la regulación pública y la dificultad para conceptualizar la información privilegiada, ¿qué otras opciones se pueden aplicar?

La alternativa liberal

Aclaración previa –perogrullada-: Los liberales ponen el acento en la libertad no en la igualdad. Y distinguen entre fraude e información privilegiada.

La opción liberal parte de una premisa: cuanto antes llegue a los mercados noticias relevantes mejor para todos los participantes. ¿Por qué? Desempeña una labor fundamental, puesto que ajusta rápidamente los cambios entre la oferta/demanda de los activos. Es más, mantener información relevante fuera de los mercados – como vimos en el ejemplo de Zeltia – implica que las cotizaciones no sean fidedignas y provoca comportamientos incorrectos tanto individuales como generales. Por lo tanto, es básica para que todos los participantes puedan tomar mejores decisiones.

La regulación es arbitraria e inmoral. Si un insider sabe con certeza que el precio de la acción no se ajusta a la realidad –porque el medicamento no va a pasar la fase final de pruebas – y que por lo tanto su valor está hinchado, no tiene ninguna obligación moral de informar a todos y cada uno de los accionistas de este hecho. Donde no existe obligación moral, no debe existir obligación legal.

En otras palabras, usted quiere alquilar una plaza de garaje en su edificio pero están todas ocupadas. Un buen día, al salir por la puerta de su casa, escucha por el rellano al vecino del 6ºD decirle a su mujer que ya no necesitan la segunda plaza de garaje y que la va alquilar. Usted, está jugando el rol del Dr. Skowron, ¿qué hace? –escoja su propia aventura-

  1. Va a hablar ipso facto con su vecino para que se la alquile inmediatamente
  2. Se pone un contacto con el presidente de la comunidad para que convoque una asamblea y, una vez reunidos todos los vecinos, haga pública la noticia.

Queda patente que usted no tiene ninguna obligación moral que le impida utilizar la información privilegiada a su favor.

Son muchos los autores que como Donald J. Boudreaux, John Stossel, Robert W. McGee - Walter Block y Holman W. Jenkins, entre otros, han defendido la despenalización de la información privilegiada desde posiciones pro libre mercado. Así, los pequeños inversores serían más conscientes de su desventaja y por lo tanto sus inversiones optarían por ser más conservadoras y precavidas.

Los grandes escándalos corporativos como Enron ocurrirían con menor frecuencia y menor intensidad si el Estado no regulase la información privilegiada, debido a que los trabajadores de dichas compañías no podrían resistir la tentación de enriquecerse tomando ventaja de la información que atesoran. A medida que la información privilegiada entrase en el mercado los precios se irían ajustando mucho antes en el tiempo, sin necesidad de esperar al "estallido" del problema. La metáfora de la presa es visualmente la más correcta. Es la contención de información la que dispara la volatilidad. La posición liberal es más realista: dado que no podemos controlar metódicamente qué es y qué no es información privilegiada es preferible que aunque algunos partan con ventaja, ponga a disposición del mercado dicha información y así el precio de la acción será más fiel.

La nula efectividad de la regulación se demuestra con que no puede perseguir la actuación contraria. ¿A qué nos referimos? Mi cuñada trabaja en Motorola, me informa de que van a opar a Nokia en pocos días. Debido a los costes inherentes –ir a la cárcel con mi cuñada - en vez de comprar Nokia (acción directa) vendo Motorola (acción indirecta) para evitar pérdidas.

Llegados a este punto, vista la inoperancia del Estado para regular esta materia, el discernir entre información confidencial y no confidencial debería ser sólo responsabilidad de las empresas. El control sería más efectivo al ser interno y quedar regido por la responsabilidad profesional, no penal. Así, habría un abanico de regulación privada. A mayor protección contra la información privilegiada, más altos los costes de intermediación. Y viceversa.

Para terminar la saga un pequeño extracto de la biografía de Groucho Marx quien se arruinó en el crack 29 aún contando con los mejores soplos.

"Mi salario en Cocoteros era aproximadamente de dos mil dólares a la semana, pero esto resultaba calderilla en comparación con la pasta que teóricamente ganaba en Wall Street. Has de saber que disfrutaba trabajando en el espectáculo, pero ponía muy poco interés en el salario. Recibía soplos de todo el mundo sobre la bolsa". Groucho y yo

 

Rafa Paz es especialista en electronic trading. Máster en Mercados Financieros y Productos Derivados (BME). Si estás interesado en cómo funcionan los mercados bursátiles, puedes consultar todos los artículos del autor en su blog La Cantina del Trader . También puedes seguirle en Twitter o visitar su perfil en LinkedIn.

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