Hasta ahora, estas tareas de emergencia eran desempeñadas íntegramente por equipos humanos. Desde hace tiempo, AIG había solicitado a los reguladores norteamericanos que aprobase el uso de aviones no tripulados para este tipo de situaciones. Tras años de espera, la aseguradora ha conseguido por fin el ansiado "OK" de la Administración.
En palabras del emprendedor tecnológico Marc Vidal, "el mundo va de eso, de progresar de la mano de la tecnología más rápida y más eficiente, limitada siempre a un uso adecuado. Ahora es un drone para la mayor aseguradora del planeta, el año que viene serán automóviles sin conductor circulando por el centro de Londres…".
Abaratar inspecciones y minimizar riesgos
Refiriéndose específicamente al cambio que prepara AIG, Vidal entiende que estamos ante "un ejemplo de cómo una empresa puede aprovechar una tecnología disponible para abaratar inspecciones, costes de revisión y minimizar riesgos personales".
El caso de AIG es especialmente relevante porque los aviones que serán desplegados para las tareas de inspección no son los tradiciones aviones no tripulados que operan por control remoto: hablamos de una versión más avanzada que completa las tareas de inspección de manera autónoma.
Supervisión de infraestructuras
El caso de AIG con las inspecciones de zonas catastróficas es el último ejemplo de los distintos métodos de aplicación de los drones. Otra aplicación de los pequeños aviones no tripulados es la que ha ensayado Height Tech en el ámbito de los parques eólicos.
Como muestra el vídeo que encabeza esta noticia, sus drones compañía han completado satisfactoriamente varias inspecciones de turbinas en aerogeneradores.