Cuando un empleado tiene que trabajar fuera de la oficina su rutina de trabajo puede ser un caos. Se levantan muy temprano bien para atender a sus hijos u otras tareas. A las 8 están cogiendo el autobús o el desvío de la nacional y para variar, hay atasco. Son las 9 y llegan a la oficina para fichar o tomar su hoja de trabajo. Corriendo tienen que salir a la calle otra vez para llegar a tiempo a una reunión. Así pasan el día entero. Además, al terminar su jornada, tienen que compilar todo el trabajo que han hecho en el día para pasarlo del papel al ordenador. Sumémosle un par de horas más a la jornada.
El problema de las infraestructuras
La realidad es que los horarios de entrada al trabajo coinciden en un gran número de empresas y esto genera grandes problemas de infraestructuras (transporte saturado, carreteras congestionadas…).
Sin embargo, esto no tiene una fácil solución y además escapa del alcance de la empresa. Por tanto, atendamos a las decisiones que sí están al alcance de empresa: las llamadas soluciones de movilidad empresarial.
La falta de productividad en el empleado
Si miramos la conciliación desde el prisma de los Recursos Humanos, diríamos casi con toda seguridad que la productividad de los empleados móviles será media-baja puesto que las condiciones físicas y psicológicas no le permiten centrar el 100% de sus esfuerzos en realizar su trabajo diario.
El trabajo fuera de la oficina genera estrés si no se realiza de forma organizada y controlada. Si además le sumamos el problema del horario, vemos cómo actualmente los trabajadores móviles han asumido en su vida familiar la pérdida de tiempo que saben que van a sufrir para desplazarse a sus puestos de trabajo y cumplir con las funciones propias del empleado en movilidad.
Esa concienciación por parte del empleado genera efectos negativos para la empresa que se traduce en la falta de productividad de la que hablábamos. Por ejemplo:
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Estrés para el trabajador por la angustia de no llegar tarde al trabajo.
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Coste económico para los padres ya que tienen que contratar servicios de acogida para sus hijos y por tanto, presión psicológica en el empleado.
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Irritación por parte del trabajador por sufrir el tráfico.
El incremento de costes para la empresa
Bajo un punto de vista económico y viviendo ésta realidad desde la perspectiva de una empresa, las consecuencias son nefastas también para ellas. Si por ejemplo consideramos el coste medio de un trabajador por 24.000€ y asumimos una pérdida estimada de 30 minutos al día por atascos durante su jornada laboral, en una empresa de 10 empleados, la empresa va a asumir unos costes de 25.875€/año, reduciendo la competitividad de dicha empresa ya que tiene que cubrir dichos costes.
Flexibilidad laboral y Movilidad Empresarial
Aplicando una buena estrategia de flexibilidad e implementando soluciones de movilidad empresarial para este tipo de empleados, se puede conseguir una conciliación familiar que beneficia a ambas partes:
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Empresas: Aumentaría la productividad de los empleados al mejorar su situación familiar y disminuiríamos los costes por evitar "tiempo perdido"
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Empleados: Reducirían estrés, costes añadidos, mejoraría su situación familiar, y serían más proactivos y fieles con su empresa.