Cada año, el Foro Económico Mundial de Davos realiza una Encuesta de Directivos que identifica los principales obstáculos que detectan los líderes empresariales de todo el mundo a la hora de hacer negocios. En el caso de España, la encuesta para 2017-2018 revela tres grandes problemas.
En primer lugar, los empresarios españoles encuestados lamentan la falta de eficiencia de la burocracia pública. Un 15,2% cita este problema como el más relevante para el día a día de sus compañías. Libre Mercado ya trató este asunto el pasado mes de agosto, recordando que el Índice de Eficiencia en el Sector Público del Banco Mundial deja a España en las posiciones de cola y que los estudios de la Universidad de Lausana sobre esta cuestión también insisten en la ineficiencia de nuestra burocracia.
En segundo lugar nos encontramos con el problema de los tipos impositivos. El 15,1% de los empresarios cita este obstáculo como el más significativo de todos, apenas una décima por debajo del número de encuestados que se queja de la ineficiencia burocrática. No hay que olvidar que España tiene unos impuestos al trabajo claramente superiores al promedio de la OCDE, sobre todo por el excesivo peso de las cotizaciones sociales. Además, el Impuesto de Sociedades ha sido revisado al alza entre 2016 y 2017, derivando en fuertes aumentos recaudatorios.
El tercer problema que citan los empresarios españoles es el de la normativa laboral. Para un 13,5%, el mercado de trabajo sigue siendo demasiado rígido, a pesar de la flexibilidad introducida con la reforma del año 2012. De modo que, a pesar de la intensa creación de empleo, aún queda trabajo por hacer. No en vano, desde Ciudadanos han insistido en que el gobierno del Partido Popular debería impulsar una segunda reforma laboral orientada a simplificar las fórmulas de contratación.
También se sitúa por encima del 10% la preocupación de los empresarios españoles sobre la insuficiente capacidad para innovar que tienen sus empresas. Libre Mercado ya ha explicado en distintas ocasiones que las trabas regulatorias vigentes frenan el crecimiento empresarial y complican el desarrollo de compañías más grandes, más sólidas y más innovadoras.
Otros obstáculos
Pero la encuesta de Davos también destaca otros problemas que, si bien tienen un menor peso, también complican el día a día de las empresas. De entrada, el 9,6% se queja de la falta de acceso a crédito, un problema exacerbado por el efecto expulsión que implica el aumento de la deuda pública. Y es que los 30.000 millones de euros que debe pedir prestados el Estado para cubrir su déficit son 30.000 millones que el sector financiero reserva al sector público en detrimento de las firmas privadas.
También hay quejas sobre la inestabilidad política. Un 7,4% lamenta la falta de claridad que se deriva de un complejo escenario en el que España conjuga un gobierno en minoría con el auge de la extrema izquierda y el desafío del separatismo. Por otro lado, un 6,9% lamenta la mala preparación de los trabajadores. En menor medida, también hay quejas sobre el diseño de las reglas fiscales (5,4%), así como lamentos por la incidencia de la corrupción (5%).