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Las 6 palabras de Ribera que machacaron a la automoción: "El cliente ya ni pregunta por el diésel"

En julio las matriculaciones se hundieron un 35,6% respecto al mismo mes de 2018, coincidiendo con la polémica comparecencia de la ministra.

En julio las matriculaciones se hundieron un 35,6% respecto al mismo mes de 2018, coincidiendo con la polémica comparecencia de la ministra.
Una caravana vehículos | Alamy

Ya ha pasado un año desde que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, pronunciara una polémica frase que hizo tambalear los cimientos del sector de la automoción. "El diésel tiene los días contados", aseguraba la ministra con rotundidad en julio de 2018. Ribera justificaba sus planes en la protección del medio ambiente. "Sabemos que su impacto en partículas y en el aire que respiramos es suficientemente importante para ir pensando en un proceso de salida", apuntaba.

Las palabras de Ribera cayeron como un jarro de agua fría entre la industria y los usuarios de este combustible, que empezaban a acumular pistas para intuir la guerra al diésel que se les venía encima. Semanas antes, se había conocido que el Gobierno de Pedro Sánchez pretendía elevar los impuestos al diésel para equipararlos con los de la gasolina. Esta subida fiscal ha sido tan polémica para el PSOE, que hasta ha recibido el rechazo de Podemos porque afecta directamente a las rentas más bajas.

Aún así, el Ejecutivo socialista en funciones sigue contemplando encarecer el diésel dentro de la batería de subidas fiscales que pretende llevar a cabo si se queda en Moncloa. Según los cálculos de Hacienda, los 13 millones de conductores a los que va a afectar notarán un incremento del precio de 3,8 céntimos por cada litro de su combustible. Esto se traduce en que a un automovilista medio, el que hace al año unos 15.000 kilómetros, le saldrá unos 3 euros más caro al mes repostar. Al año pagará 36 euros más.

Las ventas de diésel se desploman

Y mientras los consumidores preparan sus bolsillos para gastar más dinero en la gasolinera si el PSOE continúa en el Gobierno, la industria ya ha hecho balance de cómo le ha ido al sector del automóvil en el último año.

En el caso del diésel, los números son alarmantes, y curiosamente, desde que Ribera pronunciara sus incendiarias palabras, las matriculaciones han sufrido un gran batacazo. Tal y como muestran los datos de la patronal de fabricantes de automóviles Anfac, el pasado julio las matriculaciones de este combustible se hundieron un 35,6% respecto al mismo mes del año anterior, justo un mes después de la polémica comparecencia de la ministra para la Transición Ecológica. Así, en el séptimo mes del año, sólo 30.417 nuevos coches diésel empezaron a rodar por las carreteras españolas, cuando un año antes lo hacían 47.228 coches.

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"El cliente ya no pregunta por el diésel"

Emilio, el jefe de ventas de un concesionario Renault, no duda en calificar de "irresponsables" a las declaraciones de Ribera. "Una ministra no puede decir la lindeza de que el diésel tiene los días contados así a la ligera porque de la automoción come mucha gente, y ahí tenemos el resultado", añade. Emilio está viviendo en su propio negocio "serias dificultades para vender un diésel porque la gente cree que contamina más que un gasolina cuando, si es un vehículo nuevo, no es así. Además, creen erróneamente que no van a poder entrar al centro de la ciudad, cuando ahí tampoco hay distinción con la gasolina". El experto no da crédito a que "antes, quien se compraba un gasolina parecía que sólo usaba el coche para comprar el pan y ahora, se lo compran hasta los que hacen 30.000 kilómetros al año cuando gasta mucho más".

En la línea con el resto de competidores, tanto su concesionario como los fabricantes, se ven obligados a realizar descuentos en los vehículos diésel para intentar darles salida. Una de las responsables comerciales de un concesionario KIA lamenta el alarmismo que se ha creado entorno a este combustible. "Se ha extendido la idea de que el diésel va a desaparecer y los clientes tienen miedo. Se nota mucho que las ventas han bajado", asegura. La experta recuerda "perfectamente" la frase de la ministra Ribera, "y los clientes también, que nos la recuerdan constantemente".

El responsable de vehículos comerciales en un concesionario Opel, Miguel Ángel Jiménez, tampoco se olvida de la amenaza de Ribera. "Nos hizo mucho daño la información que dio el Gobierno ¡La que ha podido liar un comentario mal llevado de alguien con ese poder!", exclama. "El cliente ya ni pregunta por los motores diésel. Este mes, de los 52 turismos que hemos vendido, sólo había 2 diésel. El resto, son gasolina o híbridos. Hasta los grandes todoterrenos los quieren de gasolina, algo que antes era inaudito", cuenta. Jiménez ha querido insistir en que "tanto los gasolina como los diésel salen del concesionario con la misma pegatina de emisiones, por lo que van a tener un tratamiento igual, por ejemplo, para entrar en el centro de las ciudades".

Tirón de orejas de Bruselas

Los ataques del PSOE al coche no se han quedado en la frase de Ribera o en la subida de impuestos al diésel, también afectan a la gasolina. En su plan para descarbonizar España, el Gobierno de Pedro Sánchez puso como fecha límite el 2050 para la circulación de los vehículos de ambos combustibles que, unida a las restricciones de circular en el centro de las ciudades y a los cambios de hábitos de los consumidores, suponen una bomba de relojería para un sector que ya ha entrado en recesión.

Eso sí, esta misma semana, Bruselas le daba un tirón de orejas al Ejecutivo respondiendo que prohibir la venta y circulación de los coches de combustión es "incompatible" con la ley comunitaria. "Bajo la actual normativa de homologación de la Unión, una prohibición completa de la comercialización, importación y matriculación de coches nuevos de gasolina y diésel en un Estado miembro no es compatible con la ley de la Unión Europea (UE)", avisaba la comisaria europea de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska.

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