La palabra sandbox significa, literalmente, caja de arena y hace referencia al arenero en el que los niños suelen jugar en los parques. Aplicado al mundo financiero, el concepto se refiere a un espacio controlado en el que se puede experimentar de forma segura y eso es lo que pretende el Gobierno con la aprobación del anteproyecto de ley para la Transformación Digital del Sector Financiero.
Este arenero se traducirá en la creación de un banco de pruebas en el que las compañías financieras tecnológicas, como las Fintech, podrán probar sus nuevos productos en un entorno controlado antes de sacarlo al mercado. Según, señala Cinco Días, la intención del Ejecutivo es la de "facilitar a las entidades financieras y consumidores el proceso innovador tratando de captar talento del exterior y facilitando el acceso de las empresas a la financiación". Además, aseguran que, con este sandbox, los reguladores podrán implementar mejor la política financiera y proteger de una manera más efectiva a los consumidores.
En esencia, la parte clave de esta medida es la de crear un laboratorio de pruebas común para que los supervisores del Gobierno puedan conocer de primera mano cómo se está desarrollando la transformación digital de la banca. Para ello, este sandbox tendrá tres fases: régimen de acceso, realización de pruebas con garantías y régimen de salidas.
Por el momento, el anteproyecto deberá pasar por el Congreso de los Diputados para conseguir la aprobación. Cuando esto suceda, el Tesoro tendrá que sacar una resolución para solicitar a los promotores que presenten sus proyectos y, una vez recibidos, se trasladarán a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), al Banco de España o a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP). Tras ello, los supervisores tendrán que evaluar los proyectos presentados y después se decidirá cuáles son aprobados.
Una de las funciones más destacadas de esta plataforma será de la de crear un canal de comunicación directo entre las autoridades supervisoras y las compañías. Además, según el Gobierno, se agilizarán las consultas escritas para resolver dudas de una manera más rápida.
Finalmente, según el Ejecutivo, esta medida permitirá atraer capital extranjero porque España se pondrá a la vanguardia financiera y seguirá los pasos marcados por el Reino Unido. La mejor noticia es que no supondrá un mayor gasto público, ya que se trata de algo regulatorio y no se creará una nueva partida en los presupuestos.