La actividad del sector servicios español sufrió en abril una caída "sin precedentes" debido a las restricciones decretadas por el estado de alarma para las actividades de sectores no esenciales, según un informe publicado este miércoles por la consultora Markit.
El Índice de Actividad Comercial, que recoge la evolución con respecto al mes anterior de 350 empresas de servicios encuestadas, se situó en 7,1 puntos en abril, lo que muestra un fuerte retroceso desde los 23 puntos de marzo, el mayor jamás registrado por el estudio y que se encuentra muy por debajo del nivel 50 que marca la ausencia de cambios.
La principal causa de esta contracción fue el marcado descenso en los nuevos pedidos recibidos tanto totales como los procedentes del exterior, afectados por el cierre de muchas empresas debido al confinamiento y por las restricciones de viaje, lo que provocó que la demanda de servicios se desplomase.
Todos los subsectores se vieron afectados, aunque las mayores caídas se dieron en el de hoteles y restaurantes, y en el de transportes y almacenamientos.
La confianza de las empresas respecto al futuro se desplomó hasta el menor nivel registrado por el informe, ya que más de dos tercios de las empresas encuestadas se mostraron pesimistas, sobre todo, en cuanto a la evolución de la demanda, la actividad y la salud de las empresas y los consumidores.
Este pesimismo se vio reflejado en el mercado laboral, que tuvo un gran impacto negativo, sobre todo en el apartado de niveles de personal, que registró la mayor caída neta desde que se realiza el estudio e, incluso, empeoró los niveles de la crisis financiera mundial.
En cuanto a los precios, en abril surgieron grandes presiones deflacionistas, debido a la caída en el precio de los bienes y servicios relacionados con el petróleo, lo que provocó que los precios de insumos y las tarifas bajaran al ritmo récord del estudio.