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Manuel, el hostelero insumiso: "Los políticos se van de cena y a mí me multan con 60.000 euros. No voy a cerrar"

El restaurador de la Brasería Los Olivos en Barcelona llama a la insumisión hostelera: "Están vulnerando nuestros derechos fundamentales".

El restaurador de la Brasería Los Olivos en Barcelona llama a la insumisión hostelera: "Están vulnerando nuestros derechos fundamentales".
Manuel Fernández, el héroe de la hostelería se ha convertido en icono libertador | LD

Manuel Fernández se ha convertido en un icono libertador para los hosteleros que están atravesando una profunda crisis, sobre todo en Cataluña, debido a las restricciones impuestas por el Gobierno de la Generalidad. El hostelero es propietario de la Brasería Restaurante Los Olivos, situada en la localidad de Malgrat de Mar en Barcelona. El héroe de los restauradores, como ya empiezan a llamarlo en las redes, se ha negado a cerrar su bar y ha desafiado las nuevas leyes con las que pretenden frenar el ritmo de contagios del coronavirus.

"Si cierro no puedo darle de comer a mis hijos. Tendría que haberme ido a vivir al coche si hubiera dejado de servir mesas. Si echo la persiana no puedo pagar ni mi casa, tampoco el alquiler del local y ni la luz ni el agua. A mí me han arruinado los políticos. Y yo ya no tengo nada que perder porque ya lo he perdido todo. Así que lo único que me queda es ganar. Los políticos hacen muy rápido la ley porque a ellos no les afecta. El día que les afecte a su pan reaccionarían como yo, o peor".

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Brasería Los Olivos


El restaurador ha sido multado dos veces y la cuantía que le es exigida por el incumplimiento de la normativa asciende a 60.000 eurazos. Una cantidad que no tiene y que no está dispuesto a pagar. En estos momentos, tiene impuestas medidas cautelares, lo que quiere decir que, mientras atiende a Libre Mercado, puede venir la policía y precintar su bar.

Su indignación es aún mayor cuando se ha enterado de la cena celebrada por el diario El Español a la que asistieron desde el ministro de Sanidad, Salvador Illa, hasta Inés Arrimadas, entre otras muchas personalidades políticas. "Son unos sinvergüenzas. Los mismos que imponen las leyes que hacen que se me trate como un delincuente por únicamente trabajar y dar de comer a mis hijos, se van después de cena por todo lo alto. De comilona y gin tonics sin respetar la distancia de seguridad… Se saltan sus propias leyes. Se van de fiesta y a mí me ponen 60.000 euros por abrir mi bar, pues no pienso cerrar. Es mi sustento. Que me multen si les insulto no me importa. He estallado cuando he visto las imágenes de la cena con todos ellos. Es una gran impotencia lo que siento.

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Cena de políticos y periodistas celebrada por el diario 'El Español'

El hostelero insumiso afirma que tampoco cumplirá con las nuevas restricciones que se acaban de aprobar este pasado 29 de octubre y entran en vigor el 30 en toda Cataluña. Los bares tendrán que permanecer cerrados con la única posibilidad de servir a domicilio. "¿Pero esta gente qué se cree? ¿Que soy el Telepizza? Esto es un mesón, una taberna y aquí la gente viene y se sienta a comer, no pide un plato a domicilio. Yo quebraría si me dedico sólo a eso. Voy a seguir abierto y, si me precintan, quitaré el cordón".

"Me compré la Constitución"

Manuel Fernández ya no teme a nada ni a nadie. Cuando le multaron la primera vez con 30.000 euros se dirigió a comprarse la Constitución española y se la leyó de pe a pa. La lleva consigo siempre y también tiene un ejemplar en su bar, "para que los españoles sepan que se están vulnerando sus derechos constitucionales".

En un principio Manuel no había consultado con ningún abogado, pero ahora un famoso letrado, del que prefiere no desvelar su nombre, le ha comunicado que tienen todas las de ganar. "Yo me compré mi Constitución y empecé a leerla. Ahora mismo me abren acta todos los días, pues que sigan. Mi abogado me ha comentado que puedo ganar las multas, porque se están vulnerando derechos fundamentales de los ciudadanos. Y vamos a ir a por todas contra la Generalidad y el Gobierno de Pedro Sánchez. Mi hija lo pasó muy mal el domingo cuando vino la policía local. Y a nosotros no nos van a tratar más como a unos delincuentes. Se acabó", declara a Libre Mercado con gran énfasis y enfado.

Líder de las protestas

Ante todo quiere dejar claro que "la hostelería no es motivo de contagio de coronavirus. Yo cumplo con todas las normas sanitarias en mi local. Aquí en Los Olivos no ha habido ningún brote ni ningún contagio. No he tenido ni un sólo caso. Solo el 3% de la población se contagia en bares y restaurantes. Es un despropósito lo que están haciendo con nosotros estos políticos ladrones. A mí me da igual si los hosteleros no quieren unirse a mí, no pido que cometan un delito como el que yo he cometido por no cumplir una orden absurda y estúpida de la Generalidad, de Pedro Sánchez, Illa y de don Simón. Pero un hombre solo puede hacer mucho, puede cambiar muchas cosas y yo no voy a parar".

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Manuel Fernández con el megáfono en la protesta de los hosteleros ante la Generalidad

Los hosteleros han respondido en Barcelona a los llamamientos que Manuel hace en sus redes sociales. El héroe del sector ha liderado la protesta ante Generalidad en la plaza Sant Jaume de Barcelona. Fernández, con megáfono en mano, no ha parado de lanzar mensajes contra la nueva normativa: "¡No podemos más!", "¡Que no nos cierren!", "¡Queremos trabajar!".

"TV3 me quiso tender una trampa"

Manuel Fernández tiene abierto muchos frentes. Su desafío parece haber molestado a la élite política catalana y afirma que Pere Aragonès, el presidente interino de la Generalidad, ya ha ordenado un informe para que lo investiguen. Por otro lado, el propietario de Los Olivos sospecha de que las televisiones catalanas le hayan querido tender una trampa a lo Gloria Serra de Equipo de Investigación.

"Me llamó TV3 por la mañana para entrevistarme y ¡qué casualidad!, por la tarde me llamó una mesa para hacer un cumpleaños con 36 personas. Yo nunca he tenido tanta gente en un cumpleaños aquí. Olía a chamusquina, estos periodistas iban a pillarme y no lo consiguieron, querían poner la grabación en televisión en la que yo admitía el cumpleaños con tanta gente y dejarme en evidencia. Eso no ocurrió porque yo le dije al periodista infiltrado que no celebraba un cumpleaños con tantas personas, puesto que yo cumplo con el protocolo sanitario", argumenta Fernández. Y prosigue: "Justo al día siguiente, me llamó TVCat para entrevistarme y qué ¡casualidad! también, por la tarde, me llamaron para un cumpleaños de 42 personas. Volvieron a intentarlo, querían grabarme para pillarme, al igual que TV3. Es un despropósito todo, ¿esta gente qué se ha creído? Menudos periodistas...", denuncia el empresario.

Por último, el restaurador concluye que, pase lo que pase, él va a seguir abierto hasta el final y no parará hasta que "se abran los restaurantes. Voy a ganarles la batalla a estos políticos que nos toman por tontos mientras ellos se van de fiesta", sentencia.

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