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Repsol-YPF: La exhuberancia irracional

El rebote que experimenta Repsol-YPF se merece numerosos calificativos: exagerado, desorbitado, o como diría Alan Greenspan el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, refleja la exhuberancia irracional de los mercados. Sí que es cierto que llegan buenas noticias desde Argentina, país en el que Respol-YPF tiene el 40% de sus activos. El Gobierno de Eduardo Duhalde ha accedido por fin a levantar las restricciones que pesaban sobre las exportaciones de crudo. Dichas restricciones consistían en limitar las exportaciones al 36% de la producción. Si a partir de ahora la petrolera de Alfonso Cortina no tiene ninguna limitación en sus exportaciones, bien por ella y bien por sus accionistas. El mercado entiende que esta es una muy buena noticia porque aumentarán sus ingresos y sus beneficios, y porque todo parece indicar que hay un acercamiento entre el gobierno de Duhalde y las empresas petroleras. Es por ello que los analistas de UBS Warburg y los de Espirito Santo han elevado su recomendación para el valor hasta “mantener”. Buenas noticias que llegan en un día de rebote para el conjunto del mercado y que llegan a uno de los títulos más penalizados del Ibex desde principios de año: Repsol-YPF pierde desde el dos de enero más de un 30%.

Sin embargo hay que recordar que Argentina nos ha acostumbrado en los últimos meses a inventarse impuestos y a crear nuevas normas con el fin de atacar y responsabilizar a las empresas extranjeras con intereses en el país de su caos económico y cargarlas con el peso de su recuperación; que aún sigue vigente ese impuesto del 20% a las exportaciones de crudo. La situación del país sigue siendo agónica y el próximo mes de julio Argentina tendrá que afrontar 2.700 millones de dólares de un próximo vencimiento: 1.000 millones con el Fondo Monetario Internacional y 1.700 millones con el Banco de Desarrollo Interamericano.

El repunte que experimenta Repsol-YPF es por tanto exagerado y me atrevo a decir que fugaz. La situación financiera de la petrolera de Alfonso Cortina es aún muy delicada; su endeudamiento financiero –deuda en relación con su pasivo total– bajó del 44% al 40% tras la venta del 23% de Gas Natural, todavía niveles muy superiores al 26% de Eni, al 20% de Totalfina-Elf, o a la cómoda situación de Royal Dutch Shell con recursos en caja. Además, ha vendido un buen porcentaje de uno de sus bienes más preciados: se ha deshecho del 23% del capital de Gas Natural con el fin de reducir su deuda y de eliminar en el corto plazo la presión de las agencias de calificación de volver a rebajar el rating de su deuda.

Si la situación de la compañía es delicada no lo es menos la situación de su presidente de Alfonso Cortina. El mercado no respirará tranquilo hasta que se confirme el nombre del nuevo consejero delegado de la compañía. Consejero con poderes ejecutivos, con la bendición de los dos principales accionistas de Respol –La Caixa y el BBVA– y con la aprobación del ministro de economía Rodrigo Rato. Varios son los nombres que se han barajado para ocupar este cargo: se habló de Javier Monzón, presidente de Indra; de Ramón Blanco, hombre de confianza de Cortina; y de Nemesio Fernández Cuesta, presidente de Prensa Española. Es este último el que tiene todas las papeletas para entrar a mandar en la petrolera hispano-argentina y poner orden en una empresa que desde hace mucho tiempo llora por Argentina.

En Libre Mercado

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