El Gobierno sigue aplicando la llamada o conocida como “doctrina Fraga”, de que “aciertan cuando rectifican”. En su momento, Rodrigo Rato había dado el visto bueno a la fusión de Hidrocantábrico con Unión Fenosa; todo estaba ya atado para hacer el anuncio oficial y formal, tras el consejo de ministros de un viernes. Pero, a Aznar no le gustó nada el racaneo final de los actores de la fusión y, sobre la marcha, dijo que de eso nada, don Rodrigo. No hay fusión.
De manera que ahora mismo, a la espera de la megafusión Endesa-Iberdrola, será lo que don Aznar diga, naturalmente.
Don Rodrigo también va aprendiendo esos modos de actuación drástica y sin complejos. Las operadoras telefónicas debían haber puesto ya en marcha la reducción de tarifas de fijo a móvil, pero una falta de entendimiento sobre qué hacer con Amena fue excusa suficiente para que la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones y Telefónica pospusieran la vigencia de esa novedad para noviembre. Hasta que llegó don Rodrigo y dio un golpe en la mesa: de eso, nada. Se anuncia esta semana y con efecto retroactivo a la fecha previamente comprometida. El IPC no puede esperar a noviembre.
De manera que en ocasiones, el Ejecutivo ejecuta con la mayor firmeza.
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