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Katia Borrás

El desnudo de los leopardos

“Traición” ha sido el calificativo utilizado desde círculos gubernamentales alemanes tras conocerse la noticia de que el viernes el Consejo de Ministros español decidiera adjudicar la venta de la empresa armamentística Santa Bárbara Blindados (SBB) a la norteamericana General Dynamics (GD). El Gobierno alemán consideraba que España se encontraba en una especie de deuda moral con el consorcio Krauss-Maffei Wegmann y Rheinmetall que concedió la licencia a SBB para construir 235 carros de combate Leopard-2 y porque en 1995 la empresa sevillana obtuvo por un billón de marcos (más de 80 billones de pesetas) 108 unidades de Leopard alemanes a través de un contrato de leasing.

Tras el precontrato firmado entre españoles y norteamericanos el año pasado, los alemanes constataron con espanto que en el contrato de concesión de la patente no estaba contemplada su retirada si SBB se vendía a GD. Así, los alemanes no han podido evitar que los americanos descubran los secretos de la tecnología bélica alemana contenidos en los Leopard-2.

El canciller Schröder y el ministro alemán de Defensa Scharping no lograron que la operación de venta diera un vuelco apelando al presidente del Gobierno español, José María Aznar, quien sólo pudo prometer que esperaría a una contraoferta mejor. Sin embargo, la propuesta alemana de construir más de 1.000 tanques para Turquía no logró superar a la norteamericana que, además de ser más lucrativa y garantizar los 1.800 puestos de trabajo de SBB, comprende otros “extras” como el compromiso de que se realicen más reparaciones de barcos de la Sexta Flota norteamericana en puertos españoles y una mayor compra en España de provisiones para las fuerzas militares norteamericanas.

La mayor deuda moral contraída por el Gobierno de Aznar es, sin duda, hacia el pueblo español y, si la oferta de Virgina es mejor que la de Múnich, los germanos tendrán que asumir un grave error estratégico a nivel comercial, ya que la tecnología armamentística reflejada en los carros de combate alemanes Leopard-2 quedará al desnudo para GD que, probablemente, podrá mejorar su modelo Abrams M1, hasta ahora el rival más competitivo del Leopard-2. Un chasco por partida doble para los de Krauss-Maffei y compañía, que, además de perder el gran negocio de los 235 Leopard-2 para el Ejército español, consideran que los españoles les han vendido sus secretos a los norteamericanos.

No obstante, al Gobierno alemán le queda un pequeño consuelo. Otra empresa muniquesa, Siemens ha obtenido al 50 por ciento con la española Talgo el lucrativo encargo de construir hasta el año 2004 16 trenes para el AVE Madrid-Barcelona por más de 60.000 millones de pesetas.

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